martes, 18 de agosto de 2020

El granadino universal

 Los principios del siglo XX fueron una época convulsa en España pero también fue un tiempo en el que una nueva hornada de escritores aunados en la Generación del 27 surgió y sobre todos ellos hubo un autor que destacó.

  Federico del Sagrado Corazón de Jesús García Lorca nació el 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros (Granada) en una familia acomodada algo que desde pequeño le permitió estudiar. Su padre era Federico García Rodríguez y su madre Vicenta Lorca Romero quien era profesora y ella le inculcó el amor por la literatura que a la postre le llevaría a a la inmortalidad.
  Cuando contaba con once años la familia decidió mudarse a Granada para que sus hermanos y él pudieran estudiar bachillerato y posteriormente ir a la universidad. Además allí Federico empieza a tocar el piano con muy buen acierto, por ello su profesor sugiere que ingrese en clases superiores de música pero su padre se opone y finalmente se matricula en la Universidad de Granada para estudiar filosofía, letras y derecho.
  Es en la universidad donde conoce al profesor Martín Domínguez Berrueta cuyo método de enseñanza se basaba en aprender viajando y con él empieza a viajar por distintos lugares; Baeza, Úbeda, Córdoba, Ronda, León, Burgos y Galicia. Estos viajes marcaron su vida ya que gracias a ellos empezó a escribir publicando en 1918 su primer libro Impresiones y Paisajes donde narra sus viajes. Ese mismo año conoce a Fernando de los Ríos quien se convierte en uno de sus mejores amigos y además ve su potencial por lo que le anima a que viaje a Madrid.
  Haciendo caso a este consejo llega a la Villa en 1919 alojándose en la Residencia de Estudiantes, lugar que marcaría gran parte de su futuro de hecho en esta vivienda escribe su primera obra de teatro, El maleficio de la mariposa, que estrena en 1920 en Teatro Eslava, pero aunque contó con un gran elenco fue un sonoro fracaso ya que ni a crítica ni a público les gustó. Esto fue un gran palo que hizo que regresara a Granada donde retomó sus raíces. Este regreso a su infancia también le acerca al folclore andaluz y sobretodo al cante jondo.
  En 1923 decide regresar a Madrid y se vuelve a instalar en la Residencia donde conoce quizá al gran amor nunca correspondido de su vida, el pintor Salvador Dalí. La amistad entre ellos siguió avanzando mientras ambos siguen con sus carreras. Durante ese tiempo Lorca recuerda a una heroína de su tierra que murió por luchar por la libertad contra Fernando VII, es por ello que escribe la obra Mariana Pineda en la cual colabora con a Dalí ya que sería él quien pintara los decorados. Dicha obra se estrena en Barcelona en 1927 con Margarita Xirgú como actriz principal. Fue todo un éxito pero es aquí cuando Lorca empieza a sentirse atraído por Dalí pero nunca sería correspondido, a esto se le une que el pintor marcha a París para crecer en su carrera. Por todo ello la amistad entre ambos sufre un gran desgaste y sume a Lorca en una depresión que le hace volver a Granada donde escribe la Oda a Salvador Dalí. Aunque su periplo granadino dura poco y vuelve a Madrid para estrenar Mariana Pineda.   
  Al igual que en la ciudad condal fue todo un triunfo lo que hizo que cada vez fuera más conocido siendo capaz de poder vivir de sus escritos. También fue una época de gran vida social para él acudiendo a multitud de fiestas, en una de ellas siendo conoce al que sería su gran amor y esta vez sí correspondido, el escultor Emilio Aladrén. Era el año 1928 y Lorca publica otra de sus obras claves Romancero Gitano, pero al igual que le llegó la alegría le vino otra tristeza en forma de dos cartas. Una de Dalí que le dice que seguir escribiendo romances de manera tradicional es inútil. La otra y más dolorosa es de Aladrén en la cual le explica que le deja porque va a casarse con una mujer.
  Hundido de nuevo porque cree que a nadie le interesa encuentra consuelo en su amigo Fernando de los Ríos, quien para animarle le pide que le acompañe a Nueva York con la excusa de dar una serie de conferencias. Su estancia de nueve meses allí es una de las experiencias más importantes y útil como lo calificó él mismo. De allí sale su libro Poeta en Nueva York. Tras su periplo estadounidense viaja a Cuba con el Instituto Español a seguir con la ronda de conferencias. La isla fue una cura para su apatía además el lugar perfecto para escribir El Público una obra demasiado revolucionaria para España ya que trata sobre un hombre homosexual que se enfrenta a la Iglesia y a lo emergentes totalitarismos europeos. Esta obra no vio la luz en España hasta 56 años después de publicada.
  En 1930 regresa a España y un año más tarde ve como el 14 de abril de 1931 se proclama la II República. En ese tiempo ya era un artista consagrado que no ocultaba su simpatía por la izquierda. Este tiempo escribe obras centradas en mujeres del mundo rural como La casa de Bernarda Alba o Bodas de Sangre. Además funda La Barraca y la presenta en el paraninfo de la Universidad Central de Madrid , futura Universidad Complutense de Madrid. Se trataba de una compañía de teatro universitario que Lorca dirigía junto a Eduardo Ugarte y que representaba obras en distintos municipios para llevar la cultura por el mundo rural, además contaban con una ayuda gubernamental.
  La tensión política iba en aumento y La Barraca empezó a tener feroces críticas por parte de la derecha ya que la consideraban publicidad comunista, es por ello que tras ganar la CEDA las elecciones de 1933 les retira la ayuda algo que aboca a la compañía a su desaparición.
  1936 comienza la Guerra Civil con Lorca en Granada donde se había ido el 14 de julio de 1936 tras rechazar la invitación de países como Colombia o México para darle refugio. Tres días más tarde estalla en Melilla la sublevación militar contra la República, como él sabe que está en el punto de mira de los sublevados por su posición política y su condición sexual intenta huir a Madrid que todavía se mantiene fiel a la República. Pero esto es imposible y se refugia en casa de un amigo, Luis Rosales, perteneciente a Falange. Luis hace todo lo posible para protegerle pero no lo consigue y tras ser denunciado es detenido y asesinado esa misma noche del 18 de agosto de 1936 en algún lugar del camino de Víznar a Alfacar en su querida Granada junto al maestro nacional Dióscoro Galindo y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas. Su cuerpo todavía no ha sido hallado ni sus asesinos juzgados.
  En el informe de su fusilamiento se le acusaba de "socialista", amigo de Fernando de los Ríos, y "masón, perteneciente a la logia 'Alhambra', en la que adoptó el nombre simbólico de 'Homero'", y le atribuía "prácticas de homosexualismo y aberración". También afirma que fue condenado a muerte tras "haber confesado", aunque no especifica qué habría confesado.
  Con su asesinato España perdió a uno de sus grandes genios literarios al cual todavía no se le ha hecho toda la justicia que merece.
  
Federico García Lorca, el poeta que perdió España

  


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