De todos es sabido que España fue un lugar en el que los romanos estuvieron muchos años y gracias a esto encontramos multitud de restos de su época.
En la pedanía murciana de La Alberca se encuentra uno de los monumentos tardorromanos más importantes de la Península Ibérica, el Martyrium de La Alberca. Se trata de un mausoleo datado hacia el siglo IV y situado en el antiguo Llano de la Mora, actualmente calle de la Paz, en el piedemonte entre las sierras de Carrascoy y El Valle.
El hallazgo de este yacimiento se produjo en 1831 cuando unas obras de aprovechamiento de aguas y escalonamiento del terreno empezó a sacar a la luz restos arquitectónicos pero no se le dio demasiada importancia por lo que sufrió multitud de expolios para robar los supuestos tesoros que allí habían, por ello en 1931 consigue el título Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional el cual le otorgaba importancia y protección.
En 1947 Cayetano de Mergelina y Luna comenzó las verdaderas investigaciones que dieron como resultado la salida a la luz de un monumento funerario paleocristiano de basa rectangular, 12 metros de largo por 7,60 metros de ancho y orientación E-O. Además posee 5 contrafuertes en cada una de las paredes exteriores y otros 5 en el menor occidental.
Debajo de esto hay cripta rectangular a la que se accedía por una escalera en la cual aparecieron 4 tumbas de piedra junto al ábside, el cual estaba separado de la cripta por un muro que pudo tener una fenestrella confesionis (ventanilla) desde la cual se podía observar el cuerpo de un mártir, de ahí su nombre de Martyrium. Además su suelo podría haber sido un mosaico policromo no conservado.
Junto a este mausoleo se encontró una gran necrópolis contemporánea con varias tumbas pegadas a los muros, entre los contrafuertes y en paralelo o transversales al muro sur. Esto hizo suponer que a su alrededor hubo una gran villa romana pero no se conoce su extensión.
En cuanto a su utilización se sabe que era para culto privado de reliquias por lo tanto sería un lugar bastante popular que podría haber sido construido por la aristocracia provincial y rural de la zona además es un claro ejemplo de la extensión del cristianismo al ámbito rural y de la romanización de la actual Murcia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario