España es un país que tiene muchos kilómetros de costa lo que le hace se susceptible a recibir ataques provenientes del mar, por ello se hizo necesaria la construcción de fortalezas defensivas que los paren como pasa en la localidad murciana de Águilas donde se levanta el castillo de San Juan de las Águilas.
La historia de esta fortaleza nos traslada a épocas cartaginenses cuando se levantó un pequeño castillo sobre el promontorio de las Águilas que posteriormente sería ocupado por los musulmanes pero tras su expulsión fue abandonado y prácticamente destruido. Por ello hubo varios intentos de reconstrucción pero todos fracasaron hasta que en 1531 mediante Real Cédula Carlos I exige su rehabilitación para vigilar el litoral entre Vera y Mazarrón constantemente amenazado por turcos y argelinos.
Así continuó hasta 1579 cuando Felipe II, atendiendo a la petición de protección del Mediterráneo de Vespasiano I Gonzaga, volvió a reedificarlo erigiendo en él la Torre de las Águilas en honor a San Juan Bautista. Esto hizo que obtuviera un gran prestigio por su posición y seguridad. Esta torre estuvo en pie hasta 1596 cuando un terremoto la deja tocada y en 1643 un ataque berberisco la destruye. Por eso en 1652 Felipe IV ordena su reconstrucción. Aunque realmente no se hizo hasta que Sebastián Feringán se lo pide al marques de la Ensenada en 1756. Las obras las realizó Juan Francisco Chardenoux por orden de Fernando VI.
Con el paso del tiempo la ciudad fue creciendo y con ello la amenaza de ataques berberiscos por ello Carlos III vuelve a remodelarlo esta vez ampliándolo y convirtiéndolo en uno de los castillos mejor fortificados de la época.
Lo que aquí se ve es un pequeño castillo circular, con una gola y sibellín terraplenado para artillería rodeado de una muralla defensiva. En 2007 volvió a ser restaurado y musealizado en 2009, además está declarado Bien de Interés Cultural desde 1982.
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