En España hay una gran cantidad de patrimonio en buen estado pero hay otro que no.
A lo largo del territorio español podemos encontrar gran cantidad de castillos que aún conservan un buen estado pero desgraciadamente hay otros de los que solo quedan ruinas y un ejemplo es el Castillo de la Encomienda ubicado en la turolense localidad de Aliaga.
A principios del siglo XII Aliaga contaba con una gran población musulmana que levantaron un castillo sobre la cumbre de un altozano pero su primera referencia no se da hasta 1118 cuando es tomado por el rey Alfonso I de Aragón y cedido a Lope Johanes de Tarazona junto a las fortalezas de Pitarque, Jarque, Galve, Alcalá de la Selva y Apelia pero a la muerte de Alfonso en 1132 los almorávides la vuelven a ocupar.
Su conquista definitiva llegó por parte de Alfonso II y aunque no se sabe en que fecha sí se conoce que para 1163 pasó a manos de la Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalem por una donación de Sancho de Tarazona siendo el recibidor Fray Miro, prior de Zaragoza y Navarra. De esta manera en 1180 se convierte en la cabeza de la encomienda, siendo comendador G. de Vetula quien a su vez recibió en 1181 la iglesia dada por Pedro Torroja, obispo de Zaragoza. De esta encomienda además dependían los lugares y castillos de Pitarque, Fortanete, Villaroya de los Pinares y Sollavientos.
De esta manera continuó hasta 1462 cuando fue ocupado por el señor de Hijar con ayuda de soldados castellanos que entraron en Aragón para prestar apoyo al príncipe de Visna contra Juan II. Esto hizo que Aliaga estuviera forzosamente bajo su dominio pero esto duró poco ya que hizo las paces con Juan a cambio de que el rey obtuviera el condado de Aliaga y Castellote, siempre bajo la aprobación del prior Belmonte.
Ya en 1479 Juan dispuso en su testamento que la zona se devolviera la Orden de San Juan pero esto no pasó ya que se lo quedó el señor de Hijar quien en 1487 se convirtió en duque de Aliaga.
Esto hace que el castillo vuelva a un periodo de paz que se interrumpió durante la I Guerra Carlista (1833-1840) ya que en esa época el general carlista Cabrera se situó en el Maestrazgo y empezó a fortificar toda la zona y colocó abundante artillería. Esto hizo que en 1840 el general O´Donell sitiara el castillo el cual estaba defendido por el general Francisco Macarulla. La defensa fue férrea y solo se rindió la plaza cuando la fortaleza estaba prácticamente destruida: 16 de abril de 1840.
En cuanto a su construcción se sabe que se inició a principio del siglo XII con base de tapial y mampostería. Además posee una estructura compleja con planta irregular en la que se reconocen tres recintos amurallados de 4000 m².
El primer recinto está en la cima del peñasco y albergó la Torre del Homenaje de la que solo queda la base. Del segundo solo quedan dos tramos y el tercero es el que mejor estado conserva y en él se ve un muro de poca altura lleno de cubos y una gran torre semicircular con planta rectangular.
Actualmente el castillo posee un estado casi ruinoso aunque hay planes para su rehabilitación pero a pesar de esto su importancia histórica ha hecho que sea nombrado Bien de Interés Cultural en 2006.
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