El castillo que refugió a los soviéticos

   En todos los lugares hay castillos en varios estados, ya sean buenos por distintas restauraciones o malos por abandono.

  En multitud de lugares se pueden encontrar castillos en muy buen estado pero otros, por avatares de la historia, se hallan en muy mal estado y eso pasa con el castillo de Aulencia o de Villafranaca ubicado en la madrileña localidad de Villanueva de la Cañada.

  No se sabe con exactitud la construcción de este lugar pero pudo ser la residencia de algún gobernador musulmán que dominaba la zona, de ahí que esté levantado en lo alto del cerro de Horcajo, dentro del parque Regional del Curso medio del Rio Guadarrama muy cerca del río Aulencia del que toma su nombre. Sin embargo, su primera referencia data del siglo XIV cuando viene nombrado en el "Libro de la Montería" como castillo de un poblado medieval conocido como El Horcajo, un lugar que cambió de nombre a Villafranca del Castillo (de ahí que también se le conozca como castillo de Villafranca) por orden del rey Juan II de Castilla, siendo su primer señor García Hernández. Ya en 1450 pasa a propiedad de Alonso Álvarez de Toledo, momento en el que seguramente se levantó el castillo actual. De esta manera dura hasta el siglo XIX cuando el Marqués de Gelo y Villamagna nombra a Villafranca como un despoblado que contiene un castillo, una fortaleza que por esa época es adquirida por el marqués de Soto Mayor en cuya familia perdura hasta que en 1880 lo compra Fernando Puig y Gilbert y en 1918 la familia Ballesteros que aún lo mantienen.

  En sus inicios se trataba de un edificio pequeño formado por un cuerpo principal al que le rodea una barbacana exterior. Lo que más destaca es su Torre del Homenaje la cual es cuadrada con varios pisos (solo es accesible la planta baja que consta de dos salas abovedadas comunicadas y con salidas al patio de armas), además está rodeada de los restos de ocho torres cilíndricas y algunas estancias subterráneas.

  En cuanto a su estado ruinoso se debe a que en 1937 en el se acuartelaron las tropa soviéticas que venían a apoyar al bando republicano en la batalla de Brunete, es por ello que fue bombardeado por los sublevados dejándolo como se ve ahora.

  Actualmente sigue en el interior de una finca privada y, aunque está declarado Bien de Interés Cultural, se encuentra en un estado lamentable por ello está incluido en la lista roja de Patrimonio español en peligro de Hispania Nostra.