Gracias al Camino de Santiago el norte de España fue un lugar en el que se concentró una gran cantidad de gente que quería rendir culto al apóstol. Esto hizo que se levantaran muchas iglesias para poder acogerles, aunque algunas de ellas se fundaron por una pequeña anécdota y eso pasa con la Capela da Virxe Peregrina o Santuario de la Virgen Peregrina de Pontevedra.
Elo origen de este templo se sitúa varios siglos antes de su construcción cuando unos penitentes franceses trajeron hasta Pontevedra una imagen de la Virgen vestida de peregrina. Esto causó sensación en la ciudad por ello crearon una cofradía para rendirle culto. Ya en 1753 se funda la congregación de la Virgen del Camino (Ruta Xacobea Portuguesa) que posteriormente inspiraría a la creación de la Congregación de nuestra Señora del Refugio la Divina Peregrina, es por ello que en 1757 se crea un altar para la Virgen en el interior de la capilla de Nuestra Señora la Virgen del Camino. Esto causó un problema en esta iglesia al tener en su interior dos imágenes de diferente tutela ya que no se ponían de acuerdo en el repique de las campanas, la recogida de las limosnas... Finalmente se decidió que la Virgen Peregrina se trasladara a una capilla de madera extramuros. Esto no satisfizo a la hermandad por ello el 18 de junio de 1778 se coloca la primera piedra de la nueva capilla al pie del Camino de Santiago Portugués.
Los encargados de la obra fueron Antonio de Souto y Bernardo José de Mier y la concluyeron en 1792 dando como resultado un exterior de estilo último barroco con trazas neoclásicas en cuya fachada se puede observar un atrio con escalera cerrado por una balaustrada con pináculos en cuyo centro hay una fuente con una estatua de Teucro, supuesto fundador de Pontevedra. Tras ello aparece una portada convexa barroca dividida en dos cuerpos. El inferior es muy simple y solo posee pilastras. El superior está decorado por columnas corintias que flanquean tres hornacinas (en forma de bóveda de vieira ornamentadas con orejeras) con imágenes, en el centro está la Virgen Peregrina y a su lado Santiago Apóstol y San Roque, todos vestidos de peregrinos. Sobre ellos aparece un frontón partido con una escultura alegórica de la Fe y a su izquierda y derecha dos torres iguales que sirven como campanario.
El acceso se hace mediante una puerta semicircular, divida por un dintel, y tres ventanas sobre ella. En su interior se ve un acapilla de planta central inspirada en una vieira en la que hay una cruz inscrita. Además la rotonda se rodea por cuatro pilastras estriadas que sujetan arcos formeros rebajados que sostienen una cornisa volada y sobre ella una cúpula con lunetas, linterna y cupulina.
El presbiterio es rectangular cubierto con una bóveda de arista y el Retablo Mayor neoclásico es de 1789 hecho por Melchor de Prado con algunos cambios realizados por su hermano Manuel y por Juan Pernas Gambino. En él hay pinturas de Santa Clara, de Polanco, una copia de la Virgen de San Onofre de Roma de Peruzzi, la Virgen Peregrina con el Niño Jesús en brazos vestidos con esclavina, bordón de peregrino y llevando una calabaza, y culmina con un frontón donde hay un relieve de la huida a Egipto.
Del resto de su historia se sabe que fue consagrada el 2 de agosto de 1794 por el párroco de San Bartolomé, en 1795 una tormenta dañó su torre norte pero no fue reparada hasta 1873 y que en el siglo XIX el almirante Casto Méndez Núñez donó a la capilla una concha gigante de Tridacna traída del Pacífico (con ella se hizo la pila de agua bendita del vestíbulo).
La capilla fue declarada monumento histórico-artístico en 1982, se restauró por primera vez en 1981 y por segunda en 2008. Además es la iglesia símbolo de la ciudad de Pontevedra por ello en 2011 la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda lanzó una moneda que la incluía y la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos de España el 12 de diciembre de 2014 la incluyó en el matasellos de la oficina postal principal de Pontevedra.
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