A finales del siglo XIX y principios del XX Melilla estaba creciendo bastante por ello muchas familias adineradas empezaron a vivir en ella levantando nuevas edificaciones. En ese contexto cuando se construye la Casa Salama.
En 1899 la familia Salama le encargó a Eusebio Redondo la construcción de un nuevo inmueble en el que instalarían su casa y también parte de las oficinas de sus negocios. En 1900 estaba todo concluido dando como resultado una fachada clasicista de planta cuadrangular y cuatro niveles (bajo, primero, segundo y azotea) erigida con mampostería de piedra local y ladrillo macizo a lo que se le suma bovedillas del mismo ladrillo y materiales baratos para los techos.
En cuanto a decoración solo hay molduras en los bajos, ventanas recercadas con frontones triangulares y balcones en la primera planta (salvo en la que da a la plaza de las Culturas ya que solo tiene dinteles de en las ventanas sin balcones) y ventanas recercadas sin balcones en la siguiente.
En 1912 la familia edificó otra casa por lo que abandonó esta y se la cedió la Junta de Arbitrios a propuesta de Samuel Salama Hachuelo. Esta institución se transformó en la Junta Municipal por lo que pasó a ser el Ayuntamiento de Melilla y albergar la sede de la Policía Local de Melilla hasta 1949 cuando todo se va de allí.
Actualmente presenta un gran estado y forma parte del Conjunto Histórico Artístico de la Ciudad de Melilla, Bien de Interés Cultural.
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