Desde que el comercio comenzó vino aparejado con problemas ya que los mercaderes a veces no se ponían de acuerdo con el precio de las mercancías, los tributos o los lugares que debían ocupar. Debido a esto los distintos gobiernos fueron creando instituciones que mediaran y una de ellas son los Consulados del Mar de la Corona de Aragón y que necesitaba de construcciones donde establecerse. Así es como nació el edificio del Consolat de Mar de la mallorquina localidad de Palma.
El origen de este sitio está en el 1326 cuando el rey Jaime III de Mallorca crea dos Consule Maris en Mallorca con la finalidad de mediar entre mercaderes, patrones y marineros. Es por ello que en ese mismo siglo se levanta una nueva sede situada muy cerca de la lonja, aunque realmente el edificio actual data del siglo XVI y fue erigido por el Colegio de la Mercancía de Mallorca.
La parte más antigua es una capilla gótica, iluminada por un rosetón renacentista, iniciada en la década de 1530 y culminada en el 1600 que se dedicó a la Virgen de los Navegantes. En torno a ella se empiezan a edificar las nuevas construcciones, unas obras que comenzaron tras 1614 y que habrían terminado hacia 1644. De esta manera se observa una fachada de tres niveles con una galería loggia plateresca con balaustrada, cinco grandes arcadas y una puerta monumental que da acceso a una nave donde se colocó la galería renacentista y que da acceso a la sala capitular o de juntas donde se reunía el consejo de los mercaderes.
En el siglo XVII el Colegio de Mercaderes decayó y con ello el edificio pero en 1800 se creó el Real Consulado de Mar y Tierra quienes decidieron recuperar esta sede y hacerle algunas reformas con un nuevo cuerpo neoclásico obra de Isidro González Velázquez pero por falta de recursos no se hizo. También se planteó la construcción de un piso sobre la planta noble con ventanas sobre la galería pero quedó inconcluso.
Del resto de sus historia se sabe que tras la supresión del nuevo Consulado en 1829 se instaló en él la Real Junta de Comercio de Mallorca, en 1868 lo ocupó la Junta Provincial de Agricultura, Industria y Comercio, en 1873 hubo proyecto de Francesc Pou para ampliarlo en estilo neoplaterense pero no se realizó, el Ministerio de Educación lo adquirió después e instaló entre 1913 y 1917 la escuela de magisterio femenina, entre 1933 y 1936 el museo pedagógico., una biblioteca pedagógica y, en la antigua capilla, una escuela de niños. Tras la Guerra Civil se restauró y se utilizó como Museu Marítim y como Prefactura Provinvial del Movimiento Nacional. Fue en la Transición cunado se le dio su uso actual.
Ahora acoge la sede del Govern de les Illes Balears por lo que su interior se ha remodelado bastante pero se ha conservado gran parte de su esencia antigua tanto dentro como por fuera por ello se puede observar perfectamente como era en sus inicios y como ha ido evolucionando. Además por su importancia histórico-artística está catalogado como Bien de Interés Cultural.
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