jueves, 24 de octubre de 2024

El dolmén que halló el tractor

   La Prehistoria nos ha dejado grandes monumentos que se conservan en diversos estados pero que son muy importantes.

  Muchos de los hallazgos arqueológicos se hacen por casualidad por personas que llevaban a cabo sus tareas diarias y eso es lo que sucedió con el dolmen de Casas de Don Pedro del cordobés municipio de Belmez.

  Una mañana Pedro Cantero Pérez se dirigió a sus tierras para realizar las labores que hacía cada jornada sin saber que iba a lograr un gran descubrimiento. Esa jornada se montó en su tractor y se topó algo desconocido así que con su dinero costeó una máquina excavadora con la cual fue consciente de que era algo importante por lo que avisó a las autoridades. Tras ello la zona fue excavada por Beatriz Gavilán y Juan Carlos Vera en 1986. En la primera fase apareció la cámara funerariana y una ocupación anterior a la construcción del dolmen datada hacia el 5000 a. C. (del Mesolítico. El dolmén sería del 2000 a. C. del Calcolítico).

  Se trata de un monumento megalítico de planta trapezoidal de 2,15 metros de longitud por 1,35 de anchura. En el exterior, al este, haybun bloque de forma paralelepipédica que seguramente daba paso al interior, ahí se ve un corredor, orientado al oeste, donde hay un ortostato  a modo de pilastra que sujeta parte de la cubierta. Además tiene otros doce ortostatos, de piedra caliza, arenisca, pudinga, micaquisto y cuarcita. 

  En cuanto a ajuares, lo aquí hallado es muy escaso ya que solo ha aparecido varios punzones de cobre, algunas puntas de flecha del mismo material, hojas de sílex, cuentas de collar de piedra, fragmentos de cerámica y restos óseos de varios individuos.

  Actualmente presenta un gran estado es de suma importancia para conocer los ritos funerarios de la época por eso desde 1996 es Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica.





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