El labrador santo

  Como cada 15 de mayo se celebra en Madrid el día de San Isidro Labrador, Santo Patrón de la ciudad. ¿Cómo llegó a santo un humilde trabajador de la tierra?

   Todo lo que sabemos de la vida del santo viene escrito en un texto de veinticinco hojas de pergamino y agrupado en tres cuadernos. "El Códice de San Isidro" o "Códice de Juan Diácono" está escrito en latín medieval y narra la vida y milagros de Isidro. El texto está datado en 1275 y fue encontrado en 1504 dentro de un arca mortuoria junto al cuerpo momificado de San Isidro en la iglesia de San Andrés.

  El texto no es contemporáneo al santo y es de tradición oral por lo que su fiabilidad está en entredicho.

  Isidro nació en Madrid en el año 1082 en el seno de una familia de labradores de origen mozárabe. Sus padres, Pedro en Inés, trabajan en las tierras de Juan de Vargas y otros terratenientes como Francisco Vera. Su nombre completo era Isidro de Merlo y Quintana, aunque sería un fallo en el registro ya que querían nombrarle Isidoro en honor a San Isidoro de Sevilla.

  Se crió en los arrabales de San Andrés, un lugar muy inestable entre cristianos y musulmanes por lo que la familia decidió trasladarse a Torrelaguna. Allí conoce María Toribia, futura Santa María de la Cabeza, que se convertiría en su mujer.

  Poco más se sabe de su vida, el texto le describe como un humilde siervo, laico, labrador incansable, casado, padre preocupado y que trabajaba con sus propias manos en campos ajenos.

  Muere en 1172 y es enterrado en el cementerio de San Andrés, actualmente ocupado la capilla del Obispo en la plaza de la Paja.

  Se le describen 438 milagros, siendo los más conocidos y los que le han convertido en santo y patrón son los siguientes.

  -Cuerpo incorrupto. Los primeros signos de santidad se dieron cuando unos cuarenta años después de su muerte fue desenterrado y al abrir su ataúd descubrieron que su cuerpo se había mantenido en buenas condiciones. 

  -El pozo de San Isidro. Un día mientras Isidro trabajaba en el campo su hijo Illán, futuro San Illán, se cayó a un pozo. A su regreso a casa, Isidro se encontró a su mujer desesperada por este hecho. Ambos decidieron ponerse a rezar junto al pozo y milagrosamente el agua empezó a crecer sacando al niño a salvo.

  Este pozo se conserva en el Museo de los Orígenes o Casa de San Isidro, este museo, reconstruido en 1972, se levanta sobre el solar de una casa propiedad de la familia Vargas y aquí vivió y murió el santo.

Foto  J.L. de Diego

  -Brote de agua de la tierra. Cierto día muy caluroso que estaba trabajando en la tierra apareció de visita su señor, Iván de Vargas. Iván le pidió de beber, Isidro al ver que no le quedaba agua cogió su cayado, golpeó el suelo y murmuró "Cuando Dios quería, aquí agua había". Tras ello brotó agua del suelo.

  Las tierras donde trabajaba es donde se ubica actualmente la pradera de San Isidro y en donde emanó el agua Isabel de Portugal mandó levantar una ermita en 1528 donde se conserva una fuente que, según dicen, tiene aguas milagrosas.

Foto esmadrid.es

Bebe Iván dulce cristal
e Isidro lágrimas bebe,
dura la fuente, a quien debe
Madrid salud celestial.
Pierde el río su caudal,
con estar juntos los dos,
y ella, perenne por vos,
dice que milagro fue
que como es fuente de fe,
no puede faltarle Dios.

Versos atribuidos a Lope de Vega

    La ermita y el manantial están en la portada de la Sacramental de San Isidro y sirven como iglesia del cementerio.

  -Los Ángeles y los bueyes cuenta como dos ángeles labraban la tierra junto a los bueyes mientras Isidro rezaba.

Anónimo. Museo del Prado

  -El saco que se llenaba milagrosamente. Un día nevado Isidro llevaba un saco de trigo a un molino, durante su trayecto se encontró un grupo de pájaros que no tenían alimento. El santo, gran amante de los animales, decidió darles de comer del cereal.

  Continuó su camino y cuando llegó al molino y para su sorpresa descubrió que el fardo estaba otra vez lleno.

  -Comida sin fin. Isidro solía organizar comidas para los pobres. En una ocasión no tenía suficiente alimento para todos. Para poder solucionarlo empezó a rezar mientras seguía metiendo la cazoleta en el puchero, comprobando que la comida no se acababa, por lo que pudo servir comida a todo el mundo.

  -Milagro del lobo se produce cuando unos niños le advierten de que un lobo va a atacar a un burro. Para salvarlo reza y consigue ahuyentar al animal.

  -Ayuda en la batalla de las Navas de Tolosa. En 1212 Alfonso VIII regresó triunfante de la batalla de las Navas de Tolosa contra los musulmanes. El rey contó que la victoria se debía al consejo que le dio un pastor sobre un camino secreto en Sierra Morena que les ayudaría a vencer a los sarracenos. 

  Tiempo después fue a visitar el cuerpo incorrupto del santo y al verlo reconoció en él al pastor que les había ayudado. Este sería uno de los milagros póstumos de San Isidro.

    -Curación de Felipe III. Una vez que el rey cayó gravemente enfermo pidió que trasladaran el cuerpo de San Isidro a su presencia. Al poco tiempo de la llegada del cuerpo el monarca sanó milagrosamente.

  Este último milagro es el que le valió la beatificación en 1619 por Paulo V y la canonización en 1622 por Gregorio XV quien también aprueba su Patronazgo sobre la Villa y Corte de Madrid. Es el primer laico casado que se convierte en santo.

   Su iconografía siempre está relacionada con aparejos del campo o con bueyes por ser los elementos con los que trabajaba.

  Cuando se descubrió su cuerpo, se construyó la capilla del Obispo o capilla de San Isidro para ser enterrado ahí, posteriormente se traslada a la iglesia de San Andrés y en 1769 se entierra definitivamente junto a su mujer en la iglesia de San Francisco Javier, actualmente Colegiata de San Isidro.

Tumba de San Isidro en la Colegiata. laclasederelidegloria.blogspot.com

Colegiata de San Isidro. Foto PMRMaeyaert

Arca de San Isidro custodiada en la Catedral de la Almudena
encargada por Alfonso VIII en el siglo XIII para albergar el cuerpo del Santo.

  

  Como siempre ocurre con la vida de los santos medievales, las fuentes no son fiables, se mezcla realidad con leyenda.

  Madrid sigue venerando al labrador pero nadie puede asegurar que su vida es tal como nos cuentan ni mucho menos los milagros, pues eso ya es fe.