Escuelas Aguirre

  Caminando por la calle Alcalá en confluencia con O´Donnell podemos encontrar una joya arquitectónica que muchas veces pasa desapercibido a los visitantes y a los propios madrileños.

  Las Escuelas Aguirre de Madrid fueron levantadas en estilo neomudejar entre 1881 y 1886 por decisión de Lucas Aguirre y Juárez que a su muerte en 1873 legó parte de su fortuna para el mantenimiento de centros educativos y la creación de otros nuevos como los de Madrid, Cuenca y Siones (Burgos).

  El proyecto de su construcción fue encargado al arquitecto Emilio Rodríguez Ayuso que añadió a su interior salas que generalmente no se veían en ningún edificio de la época. Entre sus salones contaba con gimnasio, biblioteca, museo escolar, patio de recreo, sala de música y observatorio meteorológico.

  Este tipo de escuela fue una revolución para la educación de la época ya que en un mismo edificio podían dar clases que normalmente necesitaban del traslado de los alumnos para poder realizarlas.

  Fueron inauguradas en 1886 e impartían clases de manera gratuita siendo sus primeros alumnos dos clases de educación infantil.

  Desde 1911 pertenece al ayuntamiento de Madrid y ha dejado de tener la utilidad original ya que fue utilizada para ser su sede de estadística.

  Aunque es muy posible que si se pregunta a los habitantes de Madrid ya nadie conozca el edificio por este nombre sino por el actual la Casa Árabe.

  En 2006 se creó esta institución pública, con sede en Madrid y Córdoba, para servir como centro de estudios y conocimiento sobre el mundo árabe y de apoyo entre la diplomacia española con los países árabes. 

  Su presidencia cuenta de 9 miembros siendo su presidente el ministerio de Asuntos Exteriores, sus vicepresidentes la Comunidad Autónoma de Madrid, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Madrid y el Ayuntamiento de Córdoba.

  La Casa Árabe de Madrid se utiliza para exposiciones, conferencias, conciertos o presentaciones de libros además de escuela de lengua Árabe y entre sus servicios podemos encontrar el restaurante Shukran, una mediateca y la tienda librería Balqis.

  Esta joya arquitectónica puede que esté escondida ya que se aleja un poco del centro histórico de Madrid, corazón del turismo que visita la ciudad, pero merece la pena conocerlo porque es uno de los edificios que más belleza aporta a la capital.

Foto Luis García (Zaqarbal)

Foto Zarateman