martes, 2 de junio de 2020

La casa maldita

  En la historia más negra de Madrid podemos encontrar asesinatos, fantasmas y otros crímenes. Pero nada tan siniestro como la casa maldita de Madrid.
   En la calle Antonio Grilo, situada en Malasaña, y más concretamente su número 3 se han cometido varios de los homicidios más cruentos que se recuerdan en el siglo XX.
  Tres fueron los asesinatos que se cometieron en el número 3, a cada cual más escabroso e inesperado, como si alguna fuerza invisible o demoniaca les hubiera obligado a cometerlos.  
  El primer asesinato se cometió en noviembre de 1945. El camisero Felipe de la Braña Marcos aparece muerto en su cama, con la cabeza abierta recostada sobre la pared y un mechón de pelo en su mano izquierda, señal de hubo lucha. Se cree que murió por un golpe en la cabeza y el motivo sería un robo.
  El segundo y el más inhumano de los tres se produce 1 de mayo de 1962 en el piso 3º D. Ese día el sastre José María Ruiz Martínez asesinó a toda su familia. Esa mañana lo primero que hizo fue mandar a su empleada doméstica a la farmacia para poder quedarse solo con su familia. Una vez que lo consiguió fue degollando uno a uno a sus hijos mientras dormían. Solo la hija mayor se despertó e intento huir pero murió de un disparo en el baño. A su mujer le esperaba la peor de todas sus atrocidades ya que la mató a martillazos.
  Él mismo avisó al 091 para contar lo que había hecho pero se negaba a dar más datos de donde había sido ni a cuanta gente había matado. Cuando la policía pudo localizar el lugar y acudió allí, José dijo que solo hablaría con un cura carmelita y que su familia estaba descansando.
  Cuando llegó el padre padre Celestino del templo nacional de Santa Teresa, consiguió hablar con él pero desde un balcón del edificio de enfrente. El parricida se asomaba a la ventana ensangrentado con una pistola en la mano con la que apuntó al monje, exhibiendo los cadáveres y gritando "Los he matado a todos".
  Pidió la absolución diciendo "Dios no me lo tendrá en cuenta". Tras confesarse por teléfono se suicidó de un tiro en la cabeza
  En la vivienda se encontraron a su mujer muerta en la habitación, una niña de dos años degollada en la cuna, en el baño a su hija mayor con un tiro en la garganta, otra hija degollada en la habitación y en el último cuarto dos niños: uno con el cuello cortado y otro muerto por arma de fuego. En total seis personas asesinadas y un suicidio tras la enajenación del padre.

La leyenda negra del número 3 la calle Antonio Grilo, eledificio ...
Foto ABC

    El último homicidio se produce en 1964 cuando Pilar Agustín Jimeno, asesina a su hijo recién nacido estrangulándole. Tras su muerte le envolvió y escondió en el cajón de una cómoda. Fue su hermana quien descubrió el cuerpo. Cuando fue detenida confesó que lo había hecho para ocultar su deshonra ya que era madre soltera.
  Pero el historial de la calle no acaba ahí pues ha habido más muertes violentas por navajazos, atropellos, ajustes de cuentas, un degollamiento en 1915 y la aparición de un cementerio de fetos en el número 9, en las cuevas de debajo de una bodega que sería una presunta clínica de abortos clandestinos en la posguerra.
  La verdad es que solo recorrer la calle ya da una sensación perturbadora, como avisándote que allí habían acaecido sucesos terribles y que te encontrarás con una de las calles más oscuras de la capital.

La casa de los nueve crímenes en veinte años
lavanguardia.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario