jueves, 6 de agosto de 2020

El falso doncel

  En la mayoría de catedrales, iglesias o cementerios podemos encontrar multitud de monumentos funerarios que homenajean a grandes personalidades de su época y que están espectacularmente labrados.
  Este el caso del Doncel de Sigüenza o Sepulcro de Don Martín Vázquez de Arce en el cual se conservan los restos de este caballero nacido quizá en Sigüenza (Guadalajara) en 1461 hijo de Fernando de Arce y Catalina Vázquez de Sosa. Su padre era comendador de Montijo perteneciente a la Orden de Santiago y posteriormente secretario con el segundo duque del Infantado.
  Este cargo de su progenitor permitió que Martín entrara muy joven al servicio como paje en la casa Diego Hurtado de Mendoza, I duque del Infantado, y luego continuó con su hijo al igual que hizo su padre.
  De su temprana vida no se sabe mucho más salvo que tuvo un hermano, Fernando Vázquez de Arce prior de la iglesia de Osma y obispo de Canarias y una hermana, Mencía Vázquez de Arce, que casó con Diego Bravo de Lagunas. Además se conoce que estuvo casado y que tuvo una hija ilegítima Ana de Arce y de Sosa (a veces nombrada Ana Vázquez de Arce).
  Lo que si se sabe bien es su vida poco antes de morir en la Vega de Granada durante la guerra con el reino Nazarí.
  Corría el verano de 1486 y el duque del Infantado acudió a la Vega de Granada con dos escuadrones en ayuda de las tropas cristianas, concretamente a cubrir su retaguardia. Una vez allí supo que las gentes de los concejos de Úbeda y Baeza, y del obispo de Jaén sufrieron un ataque granadino por lo que acudió allí y lo sofocó. Tras ello persiguió a las tropas musulmanas por el camino de Elvira pero al llegar a la Acequia Gorda los sarracenos abrieron las compuertas y al salir el agua varios caballos cayeron. Esto propició un contraataque en el cual murieron varios hombres, entre ellos Martín.
  Para conmemorar su valentía los padres de Martín encargaron un sepulcro que conmemorara a su hijo por siempre. Se trata de una escultura de bulto redondo en estilo gótico y obviamente de temática funeraria. Esta ubicada en la capilla de San Juan y Santa Catalina de la Catedral de Sigüenza. 
  No se sabe realmente quien la esculpió pero se cree que fue Sebastián de Almonacid que la realizó en alabastro y en ella colocó el sepulcro con tres leones en su base. La estatua es yacente y representa a Martín vivo con las piernas cruzadas al haber muerto en batalla, un libro que representaría la sabiduría, la mirada perdida hacia el más allá, armas como buen guerrero y la Cruz de Santiago, orden a la que perteneció. A sus pies encontramos un paje que le llora sobre su celada y un león como símbolo de valentía. Sobre él hay una inscripción que relata su historia. 

 "Martín Vázquez de Arce cavallero de la orden de Sanctiago que mataron los moros socorriendo el muy ilustre señor duque del Infantadgo su señor a cierta gente de jahen a la acequia gorda en la vega de Granada. Cobro en la hora su cuerpo fernando de arce su padre y sepultolo en esta su capilla año MCCCCLXXXVI. Este año se tomaron la cibdad de Loxa, las villas de Yllora, Moclin y Montefrio por cercos en que padre e hijo se hallaron".

  Solo hay un error en su nombre y es que aunque se le conoce como doncel realmente cuando murió no lo era ya que donceles eran los niños de 12 a 16 años y él falleció con 25. Aún así es una de las esculturas más bellas de arte funerario del siglo XV.

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