Si miramos desde el Alcázar de Segovia a la Sierra de Guadarrama puede que nuestros ojos observen una figura de aspecto humano y de la cual hay multitud de leyendas.
La Mujer Muerta como así se llama esta cadena montañosa está en la Sierra de Guadarrama en la pendiente segoviana del Sistema Central. Desde la ciudad se distingue perfectamente una figura femenina tumbada, su cabeza recostada, el cuerpo, los brazos cruzados sobre el torso y los pies. Aparte del nombre anterior también es conocida con otros nombres como la guardiana de Segovia, la dama de la montaña o la mujer de las alturas.
Como se puede esperar que esta montaña tuviera esta curiosa forma dio lugar a multitud de leyendas de como se pudo formar. Dos son las más conocidas sobre ella.
En la ciudad se dice que la mujer era la esposa del jefe de una tribu que vivía sobre el cerro que ahora ocupa el Alcázar. Un tiempo después el matrimonio tuvo gemelos pero la desgracia hizo que el marido muriera siendo ellos muy pequeños teniéndolos que criarlos ella sola. Desde pequeños los hermanos siempre se estaban peleando hasta que una vez ya crecidos se iban a enfrentar en una lucha para ver quien lideraría la tribu y que podría acabar con la vida de ambos. La madre para evitar esto pidió a Dios intercambiar su vida por la de sus hijos. La súplica fue escuchada y justo en el momento en que la lucha iba a comenzar una fuerte tormenta con intensas nevadas la impidió. Cuando esta amainó comprobaron que donde antes había llanura ahora había una montaña con la forma de una mujer cubierta de nieve. Desde entonces se cuenta que cuando dos nubes se acercan a ella es porque sus hijos han ido a visitarla.
La segunda leyenda relata que cuando Hércules llegó a la ciudad dio un paseo con un caballero muy cerca de Segovia, mientras andaban se cruzaron con un grupo de mujeres las cuales salieron corriendo asustadas por la presencia del héroe, todas menos una. Esto hizo que el caballero que le acompañaba se enamorara de ella y ella de él.
Enterado su padre se enceló por el temor de perder a su hija y prefirió matarla antes de que se fuera con él. El caballero entró en una gran tristeza y en su desesperación pidió a Hércules que esculpiera su figura en la montaña para que pudiera observarla. El héroe aceptó y tras varios años terminó con la escultura que hoy podemos ver.
El Alcázar o el mirador de la casa de los picos son algunos de los mejores sitios de Segovia donde se puede observar esta maravilla de la naturaleza que desde su cama montañosa cuida de la ciudad.
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