Antes de que reinara el gótico en Europa existió el arte Románico. Un estilo bastante más austero pero que nos dejó multitud de ejemplos con una belleza sin igual.
En pleno Camino de Santiago se halla la localidad de Fromista (Palencia) y en ella se ubica la reina de las iglesias románicas palentinas y de España; San Martín de Tours. Este templo levantado como iglesia para el convento Benedictino que allí fundó doña Mayor, condesa de Castilla y viuda de Sancho III el Mayor rey de Navarra, es de los pocos ejemplos que encontramos de románico pleno o dinástico que hay en España.
Su construcción data del año 1066, aunque se cree que realmente la iglesia se erigió hacia el año 1100, cuando doña Mayor quería que los benedictinos tuvieran un lugar en pleno camino Xacobeo. Para ello legó en sus "mandas testamentarias" los fondos suficientes para llevarlo a cabo. El resultado fue la iglesia románica más pura que se encuentra en Palencia.
Se levanta con planta basilical de tres naves siendo la central más alta y doble de anchura, separadas por pilares compuestos muy al estilo de iglesias que también se hallan en el camino como la Catedral de Jaca, San Isidoro de León y la propia Catedral de Santiago de Compostela. Este estilo llamado jaqués se basa en una serie de cuadrados o rectángulos tanto sobresalientes como hundidos que cuando dan sombra asemejan a un tablero de ajedrez.
En su interior encontramos un crucero acusado solo en el alzado coronado por una linterna poligonal y un hastial flanqueado por torrecilas. En su cabecera hay tres ábsides escalonados pero sin presbiterio, como se hace en templos bizantinos, enlazados al transepto. El cimborrio es optogonal con cúpula semiesférica interior apoyada en arcos torales. la bóveda de la nave central como las de las laterales son de medio cañón con arcos fajones de refuerzo.
Durante la Edad Media pasó por diversa manos además de sufrir la desaparición del convento contiguo lo que hizo que se fuera deteriorando hasta límites de casi desaparecer, es por ello que en el siglo XIX y XX sufrió una restauración en la que fue necesaria su desmonte y posterior reconstrucción. Manuel Aníbal Álvarez y Amoroso fue el encargado de llevarlo a cabo eliminando construcciones que se añadieron en siglos posteriores a su levantamiento, reconstruyendo las desaparecidas y añadiendo algunos necesarios.
Gracias a esto en Fromista podemos disfrutar de ese Románico puro que nos transportará a épocas pasadas y sentirnos como si realmente estuviéramos allí.
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