La casa riojana de Espartero

   España tiene multitud de palacios muchas veces bien conservados, otros están abandonados y otros fueron derruidos en su época. Pero algunos obtuvieron otra vida como uno que se conserva en Logroño.

  En el casco antiguo de Logroño en la calle San Agustín se ubica un palacio mandado construir en el siglo XVIII por Pedro Ruiz de la Porta, regidor perpetuo de la ciudad de Logroño sobre un solar antaño ocupado por varias edificaciones que fueron derruidas.

  El edificio se levantó con planta rectangular pero irregular, posee torre central y tres plantas a las que se accede por una escalera central. En su exterior se encuentra una fachada barroca riojana en la que destaca un monumental escudo episcopal esculpido en el siglo XIX que da a la plaza San Agustín.

  A principios del siglo XIX el palacio es traspasado a la familia Martínez de Sicilia que posteriormente emparentaría con el general Baldomero Espartero por su matrimonio con Jacinta Martínez de Sicilia. La pareja fue la que habitó el palacio a partir de 1847, es por ello que desde entonces se llama Palacio de Espartero. Ellos fueron los que acometieron una gran reforma en la cual se amplió el palacio al comprar unas edificaciones anexas, se agranda el patio trasero y se le añade una escalera en el lado oeste.

  En 1879 muere Espartero y como no tenía hijos el palacio pasó a manos de los Marqueses de la Habana pero su uso ya no era de vivienda permanente por ello entre 1881 y 1886 una parte fue ocupada por el Gobierno Militar. 

  En 1884 es adquirido por el gobierno para convertirse en palacio episcopal y es ahí cuando se le añade un oratorio, se modifican varias estructuras interiores y se esculpe el escudo de su fachada. Pero al final nunca fue ocupado como sede episcopal pero tuvo distintas funciones durante el siglo XX. En 1900 se convierte en el Asilo de Santa Rosa, en 1912 Casa Cuna y en 1914 es ocupado por la Cámara de Comercio y Círculo Artístico.

  A partir de 1946 es cuando se le da su función de museo. Para ello se realizó una gran reforma para adaptarlo a su nueva vida que terminó en 1971 inaugurándose como Museo de La Rioja. 

  El actual museo cuenta con colecciones arqueológicas, histórico-artísticas y etnográficas en tres plantas que narran la historia de La Rioja desde la Prehistoria hasta la actualidad.