El faro romano

   España es un país que tiene muchos kilómetros de costa lo que favorecía la llegada de barcos. Pero al anochecer esto podría ser un problema y es por ello que se construyeron grandes faros para ayudarles.

  En pleno paseo marítimo de la ciudad de A Coruña se alza un monumental faro que se ha convertido en el símbolo de la localidad. La Torre de Hércules, como así se llama, está enclavada entre la Punta Herminia y Punta del Orzán y fue levantada por Gaio Sevio Lupo en época del emperador Trajano (siglo II d.C.) muy posiblemente sobre una antigua construcción fenicia. Su función era de servir de faro para la ciudad de Brigantium (por eso su nombre original fue Farum Brigantium) por lo tanto se erigió en un punto con bastante altura para que su luz tuviera un amplia visión. El lugar elegido fue una loma rocosa llamada Punta Eiras.

  El nuevo faro se realizó con planta cuadrangular con 11,75 m de lado y 55 de altura (aunque de época romana son solo 34,38 m, los 21 restantes son de 1789). Su interior esconde 242 escalones y una última escalera de caracol para llegar a su máxima altura. De su primitivo aspecto no se conoce mucho pero por diversas excavaciones se sabe que tenía un muro perimetral y una rampa o escalera de piedra daba acceso a la plataforma superior que sería de base redonda con una cúpula abierta que dejaría salir la luz y el humo.

  Con el paso del tiempo el faro perdió esta función y sirvió como torre defensiva. Esto hizo que se fuera deteriorando por ello en el siglo XIII fue abandonada y no será hasta el XVI cuando empiece a ser recuperada para volver a su oficio inicial. En el siglo XVII vuelve a ser faro y se le hacen nuevas restauraciones para mejorar la luz pero fueron insuficientes y en 1788 se inicia una reconstrucción, diseñada por Eustaquio Giannini, culminada en 1790. El resultado fue un revestimiento de la fachada en estilo clasicista de decoración sobria con vanos simétricos y regulares. En años posteriores se siguió arreglando la parte superior para ir adaptándola a los nuevos tiempos. Finalmente en 1927 se electrifica la torre.

  Actualmente se levanta sobre una plataforma poligonal del siglo XIX, posee una estructura prismática rematada con una torre octogonal con refuerzos triangulares en las esquinas y a su alrededor se hallan los petroglifos del Monte dos Bicos datados en la Edad de Hierro, un cementerio musulmán y un parque de esculturas.

   Todo esto hizo que el 27 de junio de 2009 fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es el único faro romano que sigue funcionando en la actualidad.