El mercado de los alicantinos

   Uno de los principales negocios que existían y aún se mantiene es de la compra-venta de bienes y para ello se crearon los mercados.

  En plena Avenida Alfonso el Sabio de Alicante encontramos el Mercado Central el cual hará las delicias de cualquier amante de la historia y la gastronomía. La vida de este lugar comienza a finales del siglo XIX cuando el ayuntamiento decide construir uno nuevo en sustitución de los de la Puerta del Mar y el de García Calamarte ya que se estaban quedando bastante pequeños y eran muy insalubres. Para ello encargaron el proyecto a Francisco Fajardo Guardiola quien lo diseño e inició en 1915 y Juan Vidal Ramos que lo culminó en 1922.

  El nuevo edificio, ubicado en parte sobre la antigua muralla del siglo XVII, se levantó en una mezcla de modernismo valenciano y eclecticismo sobre una planta rectangular y en dos niveles. Su exterior esta construido con ladrillo, tiene cubierta a dos aguas y grandes vitrales bajo el tejado que sirven para iluminación. En uno de los laterales colocó la Rotonda, un edificio semicircular que sirvió para solventar la irregularidad de la calle. Finalmente la fachada está presidida por un gran escudo labrado de la ciudad de Alicante.

  En su interior encontramos 11000 metros cuadrados distribuidos en dos pisos con tres naves de tipo basilical. En ellos se ubican los puestos de comercio en manzanas alargadas en el sentido del eje longitudinal. En la planta baja se solían situar la venta de frutas y verduras, pescados y mariscos mientras que en el superior estaban las carnes, las aves o embutidos. Además había puestos de encurtidos o conservas.

  Con el paso del tiempo el mercado ha sufrido varios avatares como el bombardeo de Alicante por parte de la Italia fascista el 25 de mayo de 1938 dentro del contexto de la Guerra Civil o el desplome de una palmera sobre su escalera principal el 21 de julio de 2012.

  Actualmente ha sufrido varias remodelaciones para adaptarse a los nuevos tiempos. Estos cambios han supuesto la desaparición de algunos comercios que han sido sustituidos por bares o restaurantes y por tiendas de productos que antes no se vendían. Todo esto hace que sea el mejor lugar de la ciudad para comprar y también un sitio para pasar tardes o noches de tapeo.