martes, 26 de enero de 2021

La casa Luján

  Multitud de casa nobles pueblan las calles españolas y como no podía ser de otra manera Madrid también tiene.
  
  Caminando por el Madrid de los Austrias, en la mítica Plaza de la Villa se encuentra la construcción civil más antigua de la capital; La Casa y Torre de los Lujanes cuya historia comienza en 1450 cuando Pedro de Luján, camarero del rey Juan II, adquiere una morada cuyo terreno fue dividido años más tarde entre sus hijos Juan y Álvaro quienes levantaron la nueva construcción.

  La parte más antigua es la torre la cual fue construida antes de 1471 con base cuadrada, tres alturas y siendo su parte más alta una torreta con cubierta a cuatro aguas coronándola. Además en ella se ven vestigios de gótico con influencias árabes como se demuestra en el arco de herradura que da a la calle del Codo (único original que se conserva en Madrid). En ella es donde se cuenta que estuvo alojado Francisco I de Francia cuando fue capturado por Felipe II en la Batalla de Pavía (24/02/1525). Aunque se sabe que realmente no estuvo allí sino en el Alcázar sí corre una leyenda que dice que como Francisco no quería arrodillarse ante Carlos I este mandó construir un puerta pequeña que le obligara a agacharse y Carlos le esperaría a la salida pero el francés al olerse la jugada decidió salir de espaldas.

  La otra construcción es la casa ordenada por Álvaro de Luján en 1494 la cual tiene planta irregular y estilo mudéjar. En ella destaca una formidable puerta principal en la cual vemos tres escudos uno central y otros inclinados a cada lado. Este hecho tan curioso esconde otra leyenda ya que se sabe que el escudo central es el de los Luján pero se dice que los otros están torcidos porque aunque pertenecen a los hijos de Álvaro estos serían bastardos por lo tanto no se les podía considerar legítimos Lujanes. Además a su lado hay una tercera vivienda organizada en torno a un patio interior de forma cuadrada con otra puerta en forma de arco de herradura.
  
  A lo largo de los siglos la casa fue adquiriendo otros usos hasta que en el siglo XIX se instaló en ellas la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y como curiosidad en ella nació el compositor Federico Chueca (1846) además debido a su altura el primer telégrafo óptico de la línea Madrid-Aranjuez se ubicó en ella.
  










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