En la siempre mágica Sevilla muy cerca del Parque de María Luisa se levanta un coqueto edificio que parece sacado de un cuento y que tiene el curioso nombre de el Costurero de la Reina. Su historia comienza cuando Antonio de Orleans, duque de Montpensier, decide instalar su vivienda en la ciudad hispalense eligiendo como tal el Palacio de San Telmo el cual contaba con un amplio jardín que se fue adaptando a los gustos románticos de la época. Ya en 1893 decide levantar una caseta que sirviera como morada para los guardeses de palacio y se lo encarga a Juan Talavera y de la Vega quien la diseña en estilo neomudéjar, el primero de la ciudad.
Una vez construido se observa un bello edificio levantado en forma de castillo con torrecillas redondeadas además se eligieron ladrillos bicolores que crean franjas en tonos rojos carmesí y amarillos albero tan típicos en la ciudad.
Oficialmente el edificio nace con el nombre de Pabellón de San Telmo pero entre los sevillanos caló una leyenda que contaba que la hija de los duques la reina María de las Mercedes de Orleans tras su boda con Alfonso XII en 1878 pasaba grandes temporadas dentro del palacio cosiendo en la primera planta junto a sus damas, esto lo hacía debido a su delicada salud, mientras esperaba la llegada de su marido a lomos de su caballo tras terminar sus quehaceres en el Alcázar. Una vez juntos ambos subían a la azotea a tomar baños de sol y de ahí vendría el nombre de Costurero de la Reina, pero desgraciadamente esta romántica historia nunca sucedió ya que Mercedes murió en 1878 cuando el edificio aún no existía.
Actualmente este curioso lugar alberga una Oficina de Información Turística del Ayuntamiento de Sevilla y sigue deleitando a los visitantes de la ciudad con su belleza y su romántica leyenda.
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