En las Islas Baleares a 3 km de la ciudad de Palma en Mallorca y a 112,6 m. de altura se encuentra una colosal construcción que domina toda la bahía, el Castell de Bellver (castillo de Bellas Vistas) el cual fue ordenado construir por el rey de Mallorca Jaime II en el año 1300 para servir como palacio-fortaleza (también vivieron Sancho I, Jaime III y Juan I de Aragón).
Sus obras duraron nueve años dando como fruto un castillo gótico con planta circular (hay muy pocos en Europa y este es el más antiguo) organizado alrededor de un patio central también circular y con cuatro grandes torres redondas ubicadas en los puntos cardinales todas ellas unidas al castillo salvo la Torre Mayor o torre del Homenaje la cual está colocada al norte y es exenta ya que serviría como último bastión si el palacio fuera atacado. Por este carácter defensivo al castillo también se le construyeron una serie de elementos que lo protegiesen; la barbacana, el puente levadizo, garitones en las torres que servían para vigilar, aspilleras o saeteras y los matacanes ubicados en la torre del homenaje.
En su interior, en cambio, es donde se vemos que fue concebido como palacio al contener refinados y elegantes acabados y en donde vemos que se distribuye en dos plantas organizadas en torno aun patio de armas redondo construido con con veintiún arcos de medio punto.
En la planta baja estaban los almacenes y las habitaciones del servicio y la tropa, mientras que en la superior, a la cual se accedía por tres escaleras de caracol, se observa una galería cubierta con bóvedas de crucería de cuarenta y dos arcos ojivales y en ella se hallaban las habitaciones y dependencias reales; las salas oficiales donde se celebraban reuniones, recepciones y ceremonias y la capilla de San Marcos. Además hay una cocina pero de construcción más moderna.
Aunque este castillo fue concebido como residencia finalmente fue convertido en prisión real en 1717 en la cual estuvieron presos gente como Gaspar Melchor de Jovellanos, soldados franceses de la Guerra de Independencia, vivió el fusilamiento del general Lacy y durante la Guerra Civil unos 800 presos republicanos fueron encerrados aquí.
Desde 1931 el castillo pertenece a la ciudad de Palma y actualmente sirve como sede del Museo de Historia de la Ciudad y de la Colección Despuig de escultura clásica. Además en él se hacen multitud de actividades culturales.
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