El hospital medieval

   Antiguamente la sanidad no era como la conocemos ahora pero sí había hospitales normalmente levantados por la Iglesia.

  En la ciudad de Cuenca en la calle Mateo Miguel Ayllón se levanta un majestuoso edificio que aunque parezca un palacio su función era otra ya que se trata del Real Hospital de Santiago el cual tiene sus raíces en el año 1182 cuando los caballeros de la Orden de Santiago Tello Pérez y Pedro Gutiérrez donaron unas casas al maestre frey Pedro Fernández que se destinaron para la recuperación de los cristianos rescatados del cautiverio musulmán. Ya en el año 1250 se transformó en hospital bajo el auspicio de la Orden pero el edificio que vemos es mucho más moderno.

  En el año 1511 el antiguo hospital se estaba quedando obsoleto y pequeño por lo tanto se decide su derribo y la construcción de uno nuevo. Se trata de un edificio exento de estilo renacentista con planta rectangular proyectado con cuatro grandes lienzos o crujías las cuales se organizaban en torno a un patio porticado central. A su interior se accedía por la llamada Puerta Dorada, se llamaba así por su color, donde se encontraba un vestíbulo con dos puertas, una daba a la iglesia y la otra al claustro por el cual se organizaban las estancias, separando las masculinas de las femeninas.

  Ya en el año 1608 se decide derribar la fachada junto a la Puerta Dorada y levantar una diseñada por Francisco de Mora y en 1763 se tira la iglesia para erigir una nueva de una sola nave articulada con nichos y pilastras con celosías. Esto hace que toda la estética cambie y se adapte a los gustos barrocos de la época. 

  En cuanto a su exterior se ve que su ábside ejerce de fachada principal, la cual es de decoración bastante simple, la cual está recorrida por pilastras jónicas y termina con una espadaña. Además en 1722 se levantó una nueva entrada conocida como la Puerta de Mediodía a la cual se accede por una escalinata de doble ramal unida en las mesetas, para volver a desplegarse.

  Actualmente esta joya arquitectónica está dirigida por la Fundación Hospital de Santiago Apóstol, bajo el auspicio del Real Consejo de Órdenes de Caballería de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, en coordinación con un equipo técnico y sigue funcionando como residencia de carácter presencial además es Bien de Interés Cultural desde 1999 y un deleite para la vista de todo aquel que se acerque a visitarlo.