Multitud de lugares de ocio pueblan España y uno de los más aclamados sin duda es el teatro y en nuestra geografía contamos con unos cuantos.
A comienzos del siglo XX la ciudad de San Sebastián gozaba de una gran fama entre las clases pudientes debido a su catalogación como "ciudad balneario". Por ello en 1902 se creó la Sociedad Anónima de Fomento de San Sebastián cuyo objetivo era la construcción de un nuevo hotel de lujo y un teatro que reafirmara esta tendencia de la burguesía y la aristocracia a visitar Donostia. En 1909 se le encargó a Francisco de Urcola el levantamiento del nuevo coliseo el cual es conocido como Teatro Victoria Eugenia en honor a la mujer de Alfonso XIII, la reina Victoria Eugenia de Battenberg.
Las obras terminaron en 1912 y dieron como resultado un elegante edificio en estilo neoplateresco y con clara inspiración en el palacio de Monterrey de Salamanca. Ubicado en el Paseo de la República Argentina se trata de un edificio de 2.400 m², con planta rectangular, dos niveles y un ático cuyas fachadas son de piedra arenisca y presentan una decoración variada de composiciones. En la primera planta tres arcos que actúan como entradas y sobre ellos otros tres arcos a modo de ventanales y entre ellos cuatro grupos de columnas corintias en sectores dobles coronadas con cuatro estatuas y un escudo. Todo se completa con dos torres, una a cada lado, rematadas por "loggias" neoplaterescas y un busto en cada una.
En su interior destaca la bóveda de la sala principal la cual está decorada por frescos de Ignacio Ugarte los cuales son una alegoría del Sol naciente, las pinturas del cuarto chino de Pierre Ribera y Paneles del foyer realizadas por Ascensio Martiarena y representan a las musas del arte "La Música", "La Poesía y "La Danza". Posee además una escalinata en forma de Escalera Imperial.
En cuanto a su aforo antes de 2007 contaba con 1250 asientos distribuidos entre el patio de butacas, la planta principal reservada a los palcos, plateas y anfiteatro pero tras la reforma llevada entre 2001 y 2007 se redujeron a 890. Estas obras permitieron abrir nuevas salas (una sala de danza y un espacio donde se realizan diversas actividades) y renovar de manera completa el sistema escénico.
Gracias a todo esto se ha convertido en todo un referente para la cultura donostiarra al albergar grandes acontecimientos como la Quincena Musical o el prestigioso Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
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