sábado, 6 de marzo de 2021

El acueducto castellonense

   Si existe un requisito existencial para la creación de una ciudad es que haya agua y para poder transportarla se levantaron grandes estructuras conocidas como acueductos.

  De todos es conocido que para levantar una ciudad se solían buscar lugares donde hubiera suficiente agua la cual debía ser distribuida de una manera eficiente y para ello se crearon estructuras como el Aqüeducte de Santa Llúcia o Séquia Reial ubicado en la ciudad castellonense de Morella.

  La historia de este acueducto comienza en 1273 cuando Jaime I de Aragón, el conquistador, donó a la ciudad el manantial de la fuente de Vinatxos, ya que solo contaba con la de Avellanar y la de El Romeu, además de la Bassa del Poll y la Bassa del Prat dentro de la localidad, pero no fue hasta 1315 cuando Consell de Morella obtuvo el permiso del rey Jaime II para construir el acueducto que llegaría hasta la Pla de Sant Llàcer o de Santa Llúcia. Para 1338 ya estaban construidos los arcos y en 1359 el agua ya llegaba a Pla del Sol (ahora Font Vella) pero en 1391 sufrió un revés importante al derribarse parte de los arcos cercanos a la ermita de Santa Llúcia y que tuvieron que ser arreglados por Guillem Palma. Este no fue su único problema porque en 1421 hubo que reparar los arcos de La Pedrera destinando mucho dinero para ello, en 1739 hubo que reforzar sus muros y en 1845 el Ayuntamiento pidió levantar los tramos derruidos. Aún así se sabe que hasta 1960 el acueducto estuvo en funcionamiento para tareas agrícolas. 

  En cuanto a su construcción se observa que es un acueducto de estilo gótico cuyo recorrido va desde la fuente de Vinatxos a la plaza de La Font donde estaba el aljibe pero la orografía del era bastante irregular y hubo que adaptarlo a cada desnivel y para ello se crearon una serie de túneles de mampostería en los lugares donde se podía apoyar sobre el terreno y arcos medio punto y ojivales con mampostería y sillares donde había que salvar un valle.

  Por ello se ven cinco puntos diferentes; Fuente de Vinatxos (actualmente es un abrevadero), túneles enterrados formados por paredes de mampostería cubiertas por bóvedas de medio cañón, Arcos de Santa Llúcia de forma ojival, Arcos de La Pedrera se trata de una sucesión de arcos superpuestos (abajo ojivales y arriba de medio punto) y aljibe. 

  Desgraciadamente en 1992 los movimientos de tierra generados por la construcción de la carretera destruyeron la parte inicial del acueducto. 

  A pesar de todos estos avatares esta joya del gótico valenciano ha conseguido ser declarada Bien de Interés Cultural el 22 de diciembre de 2006.



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