jueves, 25 de marzo de 2021

Granada en Málaga

   Un gran pasado musulmán hay en España el cual no has legado para la posteridad una gran cultura y patrimonio que podemos disfrutar.

  En plano corazón de Málaga, en las faldas de monte Gibralfaro se levanta una de las construcciones musulmanas más importantes de España la Alcazaba de Málaga cuya historia nos remonta al siglo XI cuando la ciudad de Mālaqa estaba en poder de la Taifa mālaqui.

  El levantamiento de esta fortificación se hizo entre 1057 y 1063 por orden del rey bereber de Granada, Badis, sobre un antiguo palacio romano para servir como recinto palaciego y también como defensa de la ciudad utilizando para ello material de spolia (reutilización de elementos arquitectónicos de edificios antiguos para la construcción de nuevos) del cercano teatro romano como fueron sus columnas y capiteles. Con esta función la alcazaba fue funcionando pero con distintos dueños como fueron los Almorávides en 1092, los Almohades en 1146 y ya a partir de 1279 pasa a manos Nazaríes tras su conquista por parte de Muhammad II Ben al-Ahmar, II sultán de Granada. Es durante esta época cuando la alcazaba sufre una profunda reforma para adaptarse a los gustos nazaríes y que pudiera conjugar la belleza con la defensa. Por ello vemos una sucesión de patios rectangulares y crujías rodeados de fuentes y jardines que posteriormente dan paso a un interior palaciego ricamente decorado y con un gran juego entre luces y sombras. A todo el conjunto le rodea una muralla almenada con multitud de matacanes y torres albarranas con saeteras que sumado a su situación geográfica la hacía uno de los lugares con mejor defensa de todo Al-Andalus y por ello a su alrededor se creó un barrio ya desaparecido.

  De hecho esta defensa logró incluso parar el ejército de Fernando el Católico cuando intentó tomar la ciudad por ello el rey aragonés levantó un asedio el 5 de mayo de 1487 que concluyó el 18 de agosto cuando el mercader Alí Dordux traicionó al alcaide Hamet el Zegrí y la rindió. El 19 los RRCC entraron en ella e izaron la cruz y el pendón de Castilla sobre la torre del Homenaje. A partir de aquí la alcazaba pasaba a manos cristianas manteniéndose en buen estado pero sucesos como el terremoto de 1680 o el bombardeo francés de 1693 le causaron grandes desperfectos.

  Actualmente y tras varias restauraciones es un lugar bastante bien conservado en el cual destaca en su exterior las murallas, las torres (entre ellas la del Homenaje), la Plaza de Armas o la Puerta de los Arcos y en su interior todo el palacio taifal y nazarí y los Cuartos de Granada donde vivían los gobernantes. Una autentica joya del arte hispanomusulmán que al visitarla nos transportará a su época de mayor esplendor.



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