En la margen izquierda del Guadiana y a unos 8 Km de Ciudad Real se halla el cerro Alarcos que guarda en sus tierras el Parque Arqueológico de Alarcos un área de 22 ha excavada en 1984 donde se han descubierto objetos de un gran valor.
La primera referencia que tenemos de población en este lugar data de la Edad de Bronce aunque fueron los íberos oretanos los primeros que crearon una verdadera oppidum o ciudad fortificada en el s.V a.C. la cual alcanzó un gran desarrollo durante los siglos IV y III a.C. pero posteriormente la ocupación romana y visigoda abandonaron bastante esta zona hasta que en el siglo XII Alfonso VIII de Castilla decide levantar una nueva ciudad que contenga murallas, foso y castillo pero este proyecto queda inacabado cuando los almohades vencieron a los cristianos en la batalla de Alarcos (1195). La ciudad vuelve a ser abandonada pero en 1212 tras las Navas de Tolosa Alfonso X intenta retomar su construcción pero se le hace muy complicado y decide trasladarla a El Pozuelo Seco de Don Gil la cual en 1255 se convierte en Villa Real y con el paso del tiempo en Ciudad Real. Esto fue el declive definitivo de Alarcos.
Ya en 1984 empiezan las excavaciones de este lugar las cuales han logrado sacar a la luz gran parte de la ciudad íbera en los que destacan los restos de un santuario, un sistema viario y una necrópolis. Estos hallazgos han permitido que se pueda documentar a la perfección las etapas por las que pasó la población. Además se han encontrado seis túmulos en los cuales se han hallado restos óseos y un enterramiento completo con una urna y una falcata como ajuar funerario (expuestos en el Museo de Ciudad Real). La otra faceta de la excavación se centró en la época medieval en la cual salieron los restos del inacabado castillo de Alarcos en los cuales se ven las murallas y parte del cuerpo principal.
Por último en este sitio se halla el Santuario de Nuestra Señora de Alarcos, una ermita levantada en los siglos XIII-XIV en estilo gótico con planta de cruz latina con tres naves siendo la central más alta y ancha que las laterales.
La ciudad de Alarcos nunca se llegó a fundar pero sin duda es un buen lugar para conocer parte del legado que dejaron los íberos en la península.
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