martes, 16 de marzo de 2021

La biblioteca de don Marcelino

   Numerosos escritores han existido en España dejando un gran legado que muchas veces se ha recogido en museos.

  El 19 de mayo de 1912 muere en Santander el escritor Marcelino Menéndez Pelayo quien en su testamento legó su gran colección de libros y el edificio donde estaban al Ayuntamiento esto hizo que el consistorio, en agradecimiento, restaurara lo restaurara por completo naciendo así la Biblioteca y casa-museo de Marcelino Menéndez Pelayo.

  Menéndez Pelayo fue un gran amante de la lectura, una afición que le llevó a atesorar una gran colección de libros que primero guardó en baldas que su madre le colocó en su casa pero la colección fue creciendo y su padre le construyó una nueva librería con tres cuerpos que obviamente también se quedó pequeña así que de ahí la traslada a su nueva casa de la calle Gravina, tras esto en 1884 le encarga a Bartolomé P. Cortés construir un nuevo edificio de una sola nave para guardarlos la cual en 1892 es ampliada por Atilano Rodríguez añadiéndole tres largas naves ubicadas de Este a Oeste, siendo la central más alta que las otras dos. Pues bien esta "quinta biblioteca" es la que cede al Ayuntamiento.

  En 1913 Santander le encarga la obra a Leonardo Rucabado quien realiza el diseño respetando tanto la perímetro como la distribución original. En 1915 comienzan las obras que darían como resultado un edificio de estilo neobarroco montañés con influencias herrerianas en la organización de sus fachadas y las de pirámides y bolas. En su exterior sobre todo destaca la fachada sur de dos niveles unidos por una escalera de doble tramo. Además posee una puerta de arco rebajado flanqueada por cuatro ventanales y rematada por un escudo de Santander. Desde aquí se accede al interior el cual sigue manteniendo la distribución original donde se halla una colección de 42.000 volúmenes atesorados por Marcelino en vida, en su testamento prohibió añadir más, todo ello iluminado por una cristalera central con el escudo real.

  Todo el conjunto se completa con unos jardines en cuyo centro está una estatua sedente de Menéndez Pelayo realizada en mármol blanco por Mariano Benlliure y enfrente se halla la casa de la familia de estilo afrancesado construida en 1876 y en la que se puede ver el comedor y el salón en la planta baja y en la superior, el despacho de su hermano Enrique y la habitación con la cama en la que murió Marcelino.

  La obra se inauguró el 23 de agosto de 1923 (iba a ser en 1919 pero la muerte de Rucabado en 1918 y el remate del edificio la atrasaron)  en un acto presidido por Alfonso XIII y desde entonces es un lugar que guarda una gran colección de manuscritos del siglo XIV e impresos de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y XX.



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