El eclético murciano

  En España no solo encontramos arte en siglos pasados sino que en tiempos más cercanos también o hay pero en otros estilos.

  

  En el siglo XX los estilos arquitectónicos fueron cambiando hacia otros más modernos de los cuales encontramos varios ejemplos en España como uno que se alza en la céntrica plaza de Santo Domingo de Murcia y que es conocido como Casa Cerdá ya que fue ordenado construir por Joaquín Cerdá Vidal en 1934 cuando ostentaba el cargo de Presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Murcia.

  El edificio fue encargado al arquitecto José Antonio Rodríguez para que sirviera como bloque de viviendas. En 1934 comienza sus obras las cuales se alargan hasta 1936 dando como resultado un edificio de estilo ecléctico con seis plantas cuya fachada está dividida en tres cuerpos separados por balaustradas.

  En el primer cuerpo se halla el entresuelo y la primera planta, los cuales están destinados para uso comercial, y en él se observan grandes arcadas con escaparates y ventanales decorados con barandillas de forja. Ya por encima de ellos surgen unas ménsulas que lo separan del segundo cuerpo. Aquí hallamos los pisos segundo, tercero y cuarto decorados por grandes pilastras blancas separadas entre ellas por balcones de forja y sobre ellos vuelve a haber ménsulas que dan paso al tercer cuerpo. En este último volumen se hallan las plantas quinta y sexta las cuales están ornamentadas con grandes columnas jónicas adosadas a la pared y entre ellas vuelve a haber ventanas con balcones. Todo esto se remata con una balaustrada y un templete circular formado por parejas de columnas jónicas blancas coronadas por una cúpula gris con anos de forma elíptica.

  Finalmente el edificio se completa con miradores sobresalientes en los laterales de la fachada y en la esquina que da a la Gran Vía Alfonso X los cuales ofrecen un efecto óptico que hacen parecer que el segundo cuerpo sobresale del resto de la casa.

  

  En cuanto a sus materiales se ve que está construida en ladrillo rojo que se combina con el blanco del resto de los recursos arquitectónicos y el verde de la forja. Todo esto sumado a que fue la última obra de su arquitecto hace que sea uno de los edificios más destacados de Murcia y lo ha convertido en Bien de Interés Cultural.