Este mundo siempre ha estado gobernado por el dinero y por ello se crearon instituciones que sirvieran como lugares de intercambio.
En pleno Madrid de los borbones, más concretamente en la plaza de la Lealtad, se encuentra uno de los edificios más emblemáticos de la capital el Palacio de la Bolsa de Madrid el cual se levantó como sede definitiva de la bolsa madrileña tras haber estado antes en la Plazuela del Angel (1831), Casa de Filipinas (1832), Claustro del Convento de San Martín (1841), Monasterio de las Monjas Bernardas (1846), Convento de los Basilios (1847) y calle de la Bolsa (1875). Todo este trasiego de sedes es lo que hace que se decida levantar una definitiva.
Es en 1878 cuando el Estado cede un solar en forma de piano invertido ubicado en la plaza de la Lealtad para construir este palacio el cual es encargado a Enrique María Repullés pero no es hasta 1886 cuando se consigue la financiación para sus obras las cuales continuaron hasta 1893 dando como resultado un monumental edificio de estilo neoclásico.
De planta triangular con ábside circular destaca una imponente fachada principal de 66 m en la que se hallan 6 grandes columnas de orden corintio que sujetan un pórtico en cuyo atrio hay cuatro relieves que representan al Comercio, la Industria, la Agricultura y la Navegación que flanquean un reloj traído desde Estrasburgo. Todo ello coronado por un escudo real. En esta fachada también se halla una escalera y varios arcos a modo de entrada y ventanas.
Ya en su interior encontramos el Gran Salón de Contratación o parqué donde se realizan todas la transacciones bursátiles y que está ricamente decorado pero lo más destacable es su reloj el cual es una copia del de la Bolsa de Ámsterdam, la primera del mundo, y la galería de los fisgones desde donde el público observaba todo. En su interior también se encuentra el Salón de los Pasos Perdidos, Sala de fumadores y Salón de Cotizar.
Para su decoración se contó con el escultor Francisco Molinelli y el pintor Luis Taverner, que sobre todo lo ornamentaron con el Caduceo de Hermes o Mercurio, dios del comercio, el cual consta de dos serpientes que se miran (la oferta y la demanda o prudencia), una vara (árbitro) y dos alas (rapidez).
El palacio fue inaugurado por la reina regente María Cristina el 7 de Mayo de 1893 y desde entonces ha sido testigo de numerosas transacciones y además es Bien de Interés Cultural desde el 6 de noviembre de 1992.
No hay comentarios:
Publicar un comentario