jueves, 13 de mayo de 2021

El capricho en Comillas

   Diversos tipos de arte han dejado su huella en España y con el paso de los siglos su estilo fue cambiando de tal manera que no se parecían los unos a los otros.

  En la localidad cántabra de Comillas existe un edificio que que no dejará indiferente a nadie quien lo visite por su gran visualidad artística, la Villa Quijano aunque mundialmente conocido como El Capricho de Gaudí el cual fue proyectado por el arquitecto Antoni Gaudí en el siglo XIX.

  La historia de este lugar comienza cuando el indiano Máximo Díaz de Quijano decide construir un edificio para que sirviera como casa de verano. Para su realización quiso contar con el arquitecto catalán Antoni Gaudí quien ya había realizado alguna obra en la zona al ser discípulo de Joan Martorell (arquitecto de Palacio de Sobrellano) y protegido de Eusebi Güell (yerno de Antonio López y López, marqués de Comillas). En 1883 empiezan las obras de este lugar, las cuales fueron dirigidas por el ayudante de Gaudí Cristóbal Cascante, que se alargan hasta 1885 dando como resultado un vistoso edificio que rápidamente cogió el nombre de Capricho debido a su aspecto bastante original.

  Levantado sobre un antiguo castañar desde el exterior se observa que tiene una alargada planta en forma de "U" en la que se ven reminiscencias de los estilos gótico, oriental, mudéjar y nazarí a los que se le unen estilos de Próximo y Lejano Oriente (de hecho este edifico pertenece a la etapa orientalista de Gaudí 1883-1888). Todo el exterior está construido con ladrillo visto al cual se le ornamentó con franjas horizontales amarillo-ocre y verde decoradas con flores amarillas de girasol. Además posee una cornisa de cartelas de colores y balcones en los que la barandilla de hierro forjado es su parte central y la superior tiene forma de pérgola.

  Su entrada principal, formada por cuatro columnas y arcos adintelados con capiteles ornamentados con pájaros y hojas, se halla en el lado norte y sobre ella se levanta una torre cilíndrica en forma de alminar persa. Desde aquí se accede a su interior el cual se compone por tres plantas. La baja era el lugar donde de situaron la cocina y despensas. La planta noble o principal contiene toda la zona palaciega compuesta por cinco salas las cuales están decoradas con geometría y vegetales. La alta era la zona de servicio.

  A todo esto se le une un inmenso jardín diseñado por Gaudí en el que destaca una gruta artificial y donde se hallan integrados un invernadero y un templete ya existentes.

  Actualmente el Capricho funciona como museo y gracias a la genialidad de Gaudí se ha hecho mundialmente conocido además de valerle el título de Bien de Interés Cultural desde 1969.

   


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