La necrópolis multiépoca de Ibiza

   Numerosas civilizaciones han colonizado territorios que ahora ocupan ciudades actuales y en ellas tuvieron que instalar cementerios.

  En el año 654 a.C. la isla de Ebysus fue colonizada por los fenicios y en ella fundaron la ciudad de Ibosim ("ciudad del dios Bes" o "isla de la fragancia") que con el paso del tiempo se convirtió en Ibiza y obviamente cuando se crea una ciudad también es necesario la construcción de cementerios como es el caso de la necrópolis cartaginesa de Puig des Molins la cual funcionó como cementerio para la ciudad durante toda la Edad Antigua.

  Situada a unos 500 metros del Puig de Vila, en el mismo lugar donde la ciudad fue fundada en el siglo VII a.C. (ya que como era habitual en los cementerios fenicios la parte donde habitaban los vivos estaba pegada al cementerio aunque separados por un accidente geográfico), esta necrópolis fundada por los fenicios ocupaba una pequeña parte de la ladera pero con la llegada de civilizaciones como los romanos y púnicos experimentó un gran crecimiento. 

 En siglos posteriores este suelo entró en desuso como cementerio y a partir del siglo XV se llenó de molinos de viento la mayoría ya desaparecidos que le acabaron dando su nombre, curiosamente en uno de estos molinos vivieron Rafael Alberti y María Teresa León en 1936. Este hecho hizo que la necrópolis se fuera olvidando hasta que en 1946 se descubrió por casualidad.

  Se trata de una serie de tumbas que abarcan desde época fenicia hasta la romana distribuidas en una serie de cuevas en las que se introducían los sarcófagos y posteriormente se les tapaban. En total se calcula que entre grutas e hipogeos hay más de 5000 sepulturas (la mayoría cartaginesas excavadas en la roca de las que solo se pueden ver los hipogeos de la mula) de las que solo 340 son visibles desde el exterior.

  Este lugar también es un buen yacimiento de objetos funerarios de varias civilizaciones en los que se encuentran ajuares con figuras de barro, amuletos, joyas, vasos o armas que solían enterrarse junto al difunto.

  Actualmente esta ladera forma parte del Museo Arqueológico de Eivissa y Formentera en el cual podemos ver gran parte de los objetos encontrados en las grutas funerarias y se considera la necrópolis más importante del Mediterráneo occidental debido a su extensión, conservación, tipo de tumbas y objetos hallados. Además forma parte del conjunto Patrimonio de la humanidad "Ibiza, biodiversidad y cultura" desde 1999.