En Badajoz podemos encontrar muchos edificios de la Edad Media que han llegado en buen estado hasta hoy en día pero hay otros que están bastante deteriorados pero que aún se mantienen en pie como le pasa al Castillo de Los Arcos, ubicado muy cerca de la localidad de Almendral pero perteneciente al término municipal de la ciudad pacense y cuya historia nos lleva al siglo XV.
Todo comienza en 1465 cuando el rey de Castilla Enrique IV hace una donación al Señorío de Feria pero no es hasta 1474 cuando terminan sus obras por ordenadas por Lorenzo Suárez de Figueroa las cuales dan como resultado una fortaleza realizada en mampostería, sillería y ladrillo. De planta rectangular en él se observa que en las esquinas se levantan cuatro torres cilíndricas almenadas, aunque solo dos las conservan, unidas por todos los lienzos exteriores en los que se hallan troneras de distintos tamaños adaptadas a las armas que se utilizarían en ellas. Estos lienzos son de ornamentación bastante austera en la cual solo se encuentra una serie de canecillos entre los ladrillos y baquetones. También conserva un escudo encima del portón con la peculiaridad de que esta girado 90 grados y en él se hallan las armas de los Figueroa arriba y los Sotomayor. En su centro se hallaba una torre del homenaje que actualmente está bastante desmochada rodeada por un foso defensivo del que todavía se conserva parte.
En cuanto a su historia se sabe que tras la Guerra de las Comunidades tuvo que ser restaurado, desde entonces sigue siendo de propiedad privada y tiene la singularidad de ser uno de los pocos castillos que aún están habitados, por ello su visita es imposible salvo que los dueños la autoricen.
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