martes, 22 de junio de 2021

El museo casa-cuartel.

   El Barroco fue una época en la que afloraron multitud de construcciones para vivienda de nobles que ahora han cambiado de uso.

  En la sevillana localidad de Écija hay multitud de monumentos con una gran belleza y uno de ellos es el Palacio de Benamejí (también nombrado palacio de los Condes de Benamejí o de los Condes de Valverde) cuya historia nos lleva al siglo XVIII.

  La vida de este inmueble comienza a principios del XVIII cuando los condes de Benajemi deciden levantar una vivienda y para ello plantearon un edificio de grandes dimensiones en estilo barroco de base irregular con dos niveles construido con ladrillo con zócalo de piedra. En su fachada se observan dos cuerpos claramente diferenciados y torres en las esquinas. El cuerpo inferior presenta un zócalo corrido en el que se apoyan pilastras que ornamentan el cuerpo superior. Es aquí arriba donde hay mayor decoración ya que hay balcones cuyos vanos están reenmarcados con molduras mixtilíneas de frontón movido y remates superiores. En el centro de ambos cuerpos se sitúa la puerta principal subdividida en otros dos cuerpos: el primero es un vano adintelado flanqueado por cuatro columnas sujetadas por pedestales. Sobre ellas aparece un dintel mixtilíneo con molduras coronado por un escudo de los Belmuy sujetado por figuras. Todo se completa con las dos torres-miradores cuadradas de dos cuerpos.

  Desde el portón se accede ya su interior cuyas salas se distribuyen en dos pisos, unidos por una escalera, en torno a un patio central rectangular de tres naves separadas por columnas toscanas, arcos de medio punto y bóvedas de baídas con una fuente en medio. De aquí parten las antiguas salas: apeadero, carroceras, salones, panadería, patios, oratorio, guadarnés, casapuerta, jardín, cocina, escalera principal, caballerizas y casa de labor.

  De su historia se sabe que tras ser vivienda se convirtió en cuartel durante la Guerra de Independencia y tras ello pasó a manos de condes de Valverde. En 1906 se lo vendieron al Ayuntamiento de Écija quienes a su vez se lo cedieron a la Remonta Militar. Ellos os ocuparon casi todo el siglo XX pero cuando lo dejaron el Consistorio le hizo una gran reforma para instalar en 1997 el Museo Histórico Municipal en el cual se exhiben piezas recuperadas en yacimientos arqueológicos. Además en 1994 fue declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional.





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