martes, 8 de junio de 2021

La cárcel museo

   La delincuencia es algo que ha acompañado a la humanidad desde los inicios de su tiempo y es por ello que se crearon edificios para que pagaran sus penas.

  En el Nordeste de Segovia existen multitud de pueblos con su origen en la Edad Media y uno de ellos es Sepúlveda en donde encontramos multitud de edificios de esta época pero sin duda el más siniestro de todos es su antigua cárcel la cual realmente no es medieval sino que se levantó ya en la Edad Moderna.

  La historia de este edificio comienza en 1543 para servir como prisión para el Concejo de la ciudad y debido a esta función no encontramos un edificio ornamentado sino una fachada bastante sobria con base en forma de L y tres plantas. Así continuó hasta 1834 cuando al crearse los partidos judiciales se convierte en Cárcel de Partido, es esta época cuando se hacen algunas reformas que le dan su aspecto actual y así funcionó durante un tiempo más hasta que cesa su actividad penal y se convierte en un recinto cultural.

  Si bien su exterior no nos cuenta demasiado su interior sí que lo hace ya que sus más de 400 metros cuadrados y tres plantas se convirtieron en 2014 en un museo de carácter didáctico y divulgador donde se muestran todos los usos y formas de vida de este lugar.

  La planta baja siempre fue destinada para albergar las celdas donde los reos eran incomunicados a espera de juicio. Es un lugar bastante oscuro donde se encuentran calabozos húmedos que hacían de hogar de personas que habían cometidos crímenes pero también por tener ideologías distintas a lo que se debía pensar. En esta zona se incluyó una capilla donde los presos encadenados acudían a misa. Es aquí donde comienza la visita y es por eso por lo que se ha instalado el centro de interpretación de la ciudad.

  La segunda planta es la más usos ha tenido ya que hasta 1870 fue la Casa del Concejo el cual se cambió al construirse el nuevo, tras ello fue la vivienda del jefe de la prisión y después sirvió para actividades culturales. Con su musealización se muestra, a través de paneles, como era la diferencia entre los presos religiosos, mujeres encerradas por sus padres o maridos o criminales y la evolución de los presidios españoles.

  La última planta siempre funcionó como cárcel, el 24 de diciembre de 1984 fue el último día que aquí hubo reos, y en ella hay dos departamentos: uno para mujeres con una sola celda y uno para hombres con seis y un aseo, además hay una sala de vigilancia y zonas comunes. La visita acaba aquí y además de ver todas estas estancias hay una serie de vídeos que explican como era la vida en la cárcel de Sepúlveda y su funcionamiento.

  Sin duda este lugar antaño siniestro hará las delicias de todo aquel que quiera conocer como era una prisión del siglo XVI y como evolucionó hasta el XX.



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