La religión es un tema muy recurrente en las construcciones que hay en España de las cuales encontramos multitud de ejemplos repartidos por todo el país.
En lo profundo de la provincia de Guipúzcoa, en lo alto de un promontorio de la población de Leintz-Gatzaga (Salinas de Léniz) se levanta una iglesia de difícil acceso pero que guarda en su interior a la patrona de los ciclistas. el Santuario de Nuestra Señora de Dorleta.
La historia de esta iglesia comienza en la Edad Media cuando en este pequeño promontorio se construye un castillo que sirviera como defensa de la vida y economía de un manantial salino ,el cual da nombre a la localidad ya que Gatzaga significa sitio con sal (gatza es sal más el sufijo locativo -aga). Así continuó hasta 1331 cuando el rey Alfonso XI de Castilla le otorga la Carta Puebla por la cual el castillo crea una villa y a su vez se convierte en su parroquia hasta la construcción intramuros en el siglo XIV de la Iglesia Parroquial de San Millán. Tras ello continuó su labor como hospedería del Camino de Santiago.
La iglesia que se ve actualmente proviene de la restauración del siglo XVII cuando desaparece parte de la estructura medieval, aún así mantiene varios estilos. Su exterior es bastante sobrio y en el se ven tres cuerpos diferentes de distintas alturas, uno de ellos rematado en campanario. En su interior es donde se guarda la imagen la Virgen, en la cual madre e hijo están en actitud de contemplación, de estilo gótico de los siglos XIII-XVI.
Pues bien, es esta imagen la que representa a la patrona de los ciclistas título que consiguió en 1960, aunque su historia comienza un poco antes, más concretamente en 1958 cuando un grupo de cicloturistas deciden crear un comité para nombrar a la Virgen de Dorleta su patrona. Ya en 1960 los bilbaínos Luis y Ángel Serrano y el vitoriano José Luis Sáenz de Olazagoitia deciden hacer un viaje en bicicleta desde Vitoria hasta Roma llevando las preces del Prelado de San Sebastián para que el papa Juan XXIII lo acepte. El 8 de agosto llegaron y el Sumo Pontifice les recibió en audiencia en la cual lograron su propósito. Tras conseguirlo el día 17 volvieron a Vitoria y el 28, la Virgen de Dorleta era proclamada "Patrona de los ciclistas españoles" en el Alto de Arlaban (Gipuzkoa) muy cerca de su santuario. Aunque oficialmente la Real Federación Española de Ciclismo no la incluyó en sus estatutos hasta 1973.
Gracias a todo esto el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco lo ha declarado como bien cultural con categoría de monumento en 2019.
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