A veces los sueños de las personas personas pueden parecer imposibles, algo que irremediablemente no se puede hacer pero a vece pasa que por muy difícil que algo parezca se puede lograr como pasa en la madrileña localidad de Mejorada del Campo donde existe un templo levantado de la Fe de un hombre y que es conocida como Catedral de Justo.
La historia de este lugar comienza el 12 de octubre de 1961 cuando Justo Gallego Martínez, un antiguo clérigo del monasterio cisterciense de Santa María de Huerta (Soria) expulsado por estar enfermo de tuberculosis, decide mantener viva su vida cristiana levantando un templo a Dios y a la Virgen en agradecimiento por salvarle de la enfermedad. El lugar elegido para tal hecho es un terreno perteneciente a su familia en el cual empieza la construcción la cual está sufragando con la venta de sus bienes y patrimonio y las donaciones de gente que quiere ayudar ya que ninguna organización ni la Iglesia han querido.
Lo que aquí hay es un templo, todavía inacabado, de 4.740 metros cuadrados y 35 metros de altura construida casi en su totalidad por materiales reciclados donados por empresas y particulares como ladrillos, bidones o ruedas de bicicleta. Pero a pesar de estos humildes materiales en ella se hallan todas las pautas de una catedral normal: cripta, claustro, escalinata, arcadas, pórticos...
En su interior se observa que posee planta basilical de tres naves, siendo la central más ancha, cubiertas por bóvedas de medio cañón todavía en construcción con grava y hormigón. Además tiene un triforio, que puede acoger una tribuna, y un ábside donde está el altar al que exteriormente se le anexaron las torres, todo ello decorado por murales pintados por Carlos Romano Silveira. A esto se le añade un patio construido con diferentes formas, una cripta y una cúpula.
La construcción, al hacerla sin ayuda, siempre ha ido lenta por eso tras 60 años sigue inconclusa, a esto se le suma que Justo cuenta ya con 95 años. Por ello ha designado como "heredero" a un amigo suyo, Ángel López, quien se encargará de seguir su levantamiento. Gracias a esto el sueño de un hombre podrá seguir en pie aunque realmente nunca será una catedral de verdad advocada a la Virgen del Pilar como él quiere ya que la diócesis de Alcalá de Henares ha manifestado que no la va a reconocer al no estar consagrada.
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