El Mediterráneo siempre ha sido un mar estratégico y por ello multitud de civilizaciones han querido controlar sus costas, esto hizo que España necesitara construir fortalezas para protegerse de ataques como pasa en la pedanía almeriense de San Juan de los Terreros, municipio de Pulpí, y su castillo.
La vida del castillo de San Juan de los Terreros Blancos se inicia en la segunda mitad del siglo XVIII dentro del sistema defensivo de la costa que Carlos III empezó a implementar para proteger todas las plazas mediterráneas de los ataques piratas que solían recibir. Para ello encarga su diseño a Thomas de Warluzel d'Hostel quien lo ubica en lo alto de un promontorio que hace que permita ver todo el levante almeriense. En 1764 el diseño fue mejorado, cambiado y terminado por Antonio Duce Oliveros.
Esta fortaleza está creada en una forma que sigue el prototipo que los ingenieros militares para la defensa pero que se iría modificando según las necesidades de la época y el lugar de construcción. Por ello lo que aquí se observa es un castillo exento con planta en hornabeque, muros de talud. con un bocel en el exterior y baluartes en forma de medio círculo. Además posee escasos vanos y sillares.
Su construcción en esta colina, además de por su situación estratégica también, se eligió por su gran visibilidad ya que a parte de poder divisar gran parte de la costa desde su altura máxima se puede ver el castillo Mesa de Roldán situado en Carboneras.
La importancia de esta fortaleza sumada a la gran belleza paisajística de la zona propició que el 22 de abril de 1949 fuera declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento.
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