La casa de Ana Dulcinea

   La literatura siempre ha tenido amplias raíces en la realidad de cada época en la que se escribió creándose personajes basados en gente real.

  Cuando Miguel de Cervantes escribió en 1605 "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha" decidió crearle una amada al protagonista, Alonso Quijano, una amada por la que lucharía y esta no sería otra que Dulcinea del Toboso o lo que es lo mismo Aldonza Lorenzo. Pues bien en el pueblo natal de este personaje, El Toboso (Toledo), se conserva una casa de la época y que se llama Museo-Casa de Dulcinea del Toboso. 

  Realmente esta casa perteneció doña Ana Martínez Zarco de Morales, una mujer en la que Cervantes se inspiró a crear a su Dulcinea, por ello en 1948 el Estado decidió adquirir el inmueble y crear en él un museo que recreara todas la costumbres de la vida cotidiana del pueblo en el Siglo de Oro. Este museo, dependiente del de Santa Cruz (Toledo), abrió sus puertas el 15 de octubre de 1967.

  Lo que aquí se observa es una casa de dos niveles típica de un hidalgo o labriego del siglo XVI en la cual, pese a las continuas transformaciones, mantiene toda su estética y parte de sus antiguas estancias: molino, bodega, patios, corrales, pozos...

  En su exterior se observa que está construida con mampostería en su parte inferior mientras que la superior es de fábrica de tapial y ladrillo encalados donde se halla una portada de sillería con dovelas adinteladas decorada con dos escudos. Todo rematado por un torreón construido en época moderna a partir de trozos antiguos, esto hace que fuera conocida como la casa de la torrecilla.

  En su interior vemos que la estancia está dividida a través de un zaguán que nos lleva a distintas estancias como cocina, despensa y bodega, aquí ya aparece una escalera que lleva a la segunda planta donde se hallan las salas más intimas de la familia (habitaciones o aseos...). Lo siguiente a visitar sería el patio donde hay un gran palomar de cuatro crujías y un corral con restos del pozo. Además aquí se construyó en 1971 un lagar.

  Por último saber que todo el museo no solo se centra en mostrar como era la vida en una casa manchega del siglo XVI usando a Dulcinea como protagonista sino que también enseña como sería la relación entre Cervantes y Ana. Todo esto ha hecho que se catalogada como Monumento Histórico-Artístico.