En la cántabra localidad de San Martín de Elines, perteneciente al municipio de Valderredible, existe un singular edificio que ofrece una gran belleza y que nos transporta a la Baja Edad Media, la Colegiata.
La vida de la Colegiata de San Martín de Elines comienza en el siglo X cuando se levanta un monasterio de estilo mozárabe que debió ser importante en la época ya que en él se escribió el "Miseria de Ome", uno de los pocos libros de la Cuaderna Vía aún conservados. Pero este cenobio desapareció hacia el año 1102, quedando apenas algo del claustro, y sería en esas fechas cuando se levantaría la nueva iglesia.
Lo que ahora se observa es una iglesia románica, advocada a San Martín de Tours, con planta basilical de una sola nave con presbiterio y ábside en cuyo lado meridional se levanta un campanario cilíndrico, algo nada usual, cuyo remate es del siglo XVII. Todo se completa con un pequeño claustro a los pies de la iglesia levantado con grandes columnas en el siglo XVI.
Su exterior está levantado en románico pleno en el que se observa una cabecera de grandes proporciones gracias a su combinación de arcos murales. El ábside es semicilíndrico y se divide en calles por finas columnas apoyadas en el plinto. En ellas se abren varios ventanales. Aquí aparecen otra particularidad y es que al lado de las columnas se añadieron otras más pequeñas que agrupan los arcos murales de cada calle. Todo se completa con una serie de canecillos. Por último en su lado derecho se encuentra el único resto de pintura románica de Cantabria con dos apóstoles en ella.
En cuanto a su interior se ve el ábside cubierto por una bóveda de cuarto de esfera y el presbiterio por una de medio cañón. además este ábside tiene dos niveles de arquerías de medio punto sobre columnas. El claustro, de forma trapezoidal, se halla al suroeste y es en él donde se hallan los restos del antiguo convento. Aquí además se encuentra una especie de museo donde se pueden observar los sarcófagos de varios abades destacando el del Abad Pedro, datado en 1183, y el "Sepulcro del Caballero Peregrino" en el cual se halla una espada y la inscripción 1231, esto hace suponer que sería de algún noble o infante que murió de camino a Santiago.
Toda esta historia hace que sea una auténtica joya medieval y halla sido declarada Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional.
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