La torre hospital

   La defensa era una de las preocupaciones más grandes que había en las ciudades medievales por ello se crearon grandes murallas.

  Guadalajara, como buena ciudad medieval, sufrió numerosos ataques en primer lugar cuando todavía en manos musulmanas, bajo el nombre de madīnat al-Faray y a orillas del wad al-ḥayara (río Henares del que tomaría el nombre) y posteriormente en castellanas. Por ello se construyeron murallas que la protegieran, torres que la vigilaran y puentes para poder atravesar el río y así es como nació el Torreón del Alamín y el Puente de las Infantas.

  La historia de esta torre comienza entre los siglos XIII y XIV cuando las viejas murallas empiezan a ser reforzadas y a ella se le añaden torreones que también sirvieran como puerta y este es el caso de esta torre levantada en el lado norte de la muralla sobre el barranco del Alamín y que daba acceso al arrabal musulmán de El Alamín. 

  Lo que aquí se ve es un torreón de base cuadrada construido en argamasa y mampostería  con unos muros de más de 2 metros en los cuales hay una puerta adintelada que da acceso a un interior de dos niveles comunicados por una escalera de caracol. En el segundo piso también se encuentra una puerta de arco de medio punto y dos balcones de vigilancia ya que miraban hacia el arrabal. Por ello es esta fachada también se encuentran aspilleras defensivas. El uso militar de esta torre perduró hasta el siglo XVIII cuando se convierte en hospital.

  Pero claro para acceder al arrabal además hacía falta un puente que lo conectara con la ciudad y que permitiera pasar el río. Por ello se levantó el conocido Puente de las Infantas, realizado en mampostería de forma maciza salvo por un arco de ladrillo de dos pies y medio de rosca con reducidas luces que permitía el paso del agua.

  Su nombre proviene de una leyenda que cuenta que por él solían pasar las hijas del rey Sancho IV de Castilla, Isabel y Beatriz (posteriormente consortes de Aragón y Portugal) para acudir a misa al antiguo convento de San Bernardo que estaba en el arrabal.

  Actualmente ambas construcciones se mantienen en buen estado y al torreón se le ha dado el uso de un centro de interpretación de la muralla. Además gracias a su historia es Monumento Nacional desde el 23 de mayo de 1921.