Durante la Edad Media las guerras marcaron gran parte de la vida de la sociedad por lo que se hizo necesaria la creación de ejércitos que las librara y uno de ellos fue la Orden de Calatrava quien cogió como cabeza la ciudadrealeña localidad de Calatrava la Vieja y para ello necesitaban lugares donde tener su sede y uno de ellos se construyó en la localidad de Aldea del Rey, el Sacro-Convento y Castillo de Calatrava la Nueva.
La historia de este castillo comienza en 1191 (aunque durante la Edad de Bronce y época Visigoda ya había una fortaleza cuyos restos se han hallado en el aparcamiento) cuando Rodrigo Gutiérrez Girón y su segunda mujer, Jimena, ceden por sus almas la mitad de las rentas y herencias que tenían a la Orden de Calatrava mientras que la otra mitad pasaría a los hijos del primer matrimonio de Rodrigo. Tres años más tarde estos decidieron vender su parte a la Orden por 1000 maravedís y con ella iba un primitivo castillo (usado por Nuño de Lara, regente de Castilla, en el s. XII). En 1201 el rey Alfonso VIII de Castilla confirma esta propiedad.
Este castillo se utilizaría para cambiar la sede de la Orden que estaba en Calatrava la Vieja a Calatrava la Nueva ya que se encontraba en un lugar estratégico para vigilar el territorio musulmán pero cuando estos toman el cercano Castillo de Salvatierra en 1211 se refuerza la idea de utilizar el castillo como fortaleza de defensa. Pero no sería hasta después de la batalla de las Navas de Tolosa (1212) cuando empieza a remodelarse por completo (1213 a 1217) utilizando, en parte, como mano de obra a los prisioneros capturados en batalla. De esta manera nace la nueva sede de la Orden de Calatrava y una de las fortalezas más importantes de Castilla, un auténtico complejo amurallado de 46.000 m² formado por iglesia, convento, hospedería, puebla y recinto externo.
Lo que podemos ver en su interior es un pueblo lleno de calles y edificios que servían para la vida cotidiana de los caballeros, aquí también se hallaba un convento hoy desaparecido. Desde él se llegaba a la iglesia la cual se levanta con estilo cisterciense y en cuya fachada destaca la Puerta de la Estrella con un rosetón de la época de los Reyes Católicos y los contrafuertes a modo de torres. Este templo en su interior está construido con tres amplias naves cubiertas con bóvedas de ladrillo y tres ábsides con arcos apuntados. En ella además se halla el llamado Campo de los Mártires que servía como cementerio.
Por último queda ya el castillo propiamente dicho el cual se encuentra en el centro y se accede a él a través de un arco apuntado. Una vez dentro se ve un patio de armas y una escalera que nos permite entrar a las dependencias del castillo situadas en cuatro niveles y que servían para vigilar tanto al castillo de Salvatierra como gran parte de Sierra Morena.
Este castillo funcionó como sede de la orden hasta 1804 cuando es abandonado por lo que algunas de sus estancias se han derruido pero aún así conserva un gran estado, lo que le valió para ser declarado Monumento Nacional en 1854.
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