La torre endemoniada de Cataluña

   Los lugares misteriosos son uno de los atractivos que hay en España y recorrerlos se ha convertido en un gran ocio.

  Muchos son los sitios donde se cuentan leyendas sobre fantasmas, demonios u otro tipo de seres que habitan en alguno de los edificios del lugar y uno de estos ejemplos lo hallamos en la barcelonesa localidad de Santa Coloma de Cervelló donde se encuentra la misteriosa Torre Salvana la cual también es conocida como el Castillo del Infierno o el Castillo del Diablo.

  La primera referencia de esta fortaleza data del siglo X cuando los Condes Ramón y Emngol venden la finca Ennec Bofill en el año 992 y en ella iba un castillo románico, modificaciones góticas y neogóticas, que poseía una torre de defensa. Tras ello pasa por varias manos hasta que en 1224 la Guerra Civil Catalana lo deja parcialmente destruido. Esto hace que en 1297 el rey Jaime II de Aragón lo adquiera y restaure para legárselo a sus herederos pero esto en 1390 deciden vendérsela a Barcelona quien lo mantiene hasta 1715 cuando se abandona definitivamente por su mal estado, al igual que está ahora.

  Pero a parte de su historia lo más importante de este lugar son todas las leyendas que sobre él hay y que le ha valido varios sobrenombres.

  De él se cuenta que quienes han tenido la osadía de entrar han escuchado psicofonías en las que se oían choques de espadas, lamentos de mujeres, disparos de mosquetes y cañones, además han sentido como alguna fuerza invisible les agarraba. Otros relatos hablan que, durante una sesión de ouija, una piedra fue lanzada a gran velocidad desde una habitación cerrada.

  Pero lo más repetido es la existencia de un humo negro y viscoso que entra por una ventana, desaparece por una pared y luego vuelve a aparecer sobre las cabezas de los que allí estén. Y, sobre todo, las apariciones de ancianas vestidas de blanco y una niña muy pálida, con el pelo largo y negro, vestida con un camisón blanco y un tiro en la frente, seguramente de la manera en que fue asesinada.

  Todo esto, sumado al mal estado de la construcción, han hecho del castillo el sitio más icónico de Cataluña para todos los amantes de lo paranormal.