El cementerio de las celebridades

   Todas las sociedades han creado cementerios para sus habitantes y algunos componen un gran patrimonio artístico.

  Uno de los artes con más calidad que existe en el funerario el cual lo podemos ver en los grandes mausoleos que se construyeron los nobles, clérigos o reyes y también en las grandes tumbas que se conservan en algunas iglesias pero sin duda donde más lo encontramos es en los cementerios monumentales y uno de ellos lo encontramos en Madrid, el Cementerio Sacramental de San Isidro el cual también contiene en su interior el Cementerio de la Sacramental de San Pedro y San Andrés y forma conjunto, separados por una tapia, con el cementerio de la Sacramental de San Justo, San Millán y Santa Cruz.

  El origen del cementerio de San Isidro se sitúa en 1811, lo que le acredita como el más antiguo de Madrid en funcionamiento, cuando se construye su primer patio que luego se fue ampliando hasta siete. El primero de todos fue el de San Pedro el cual está diseñado por José Llorente con planta rectangular y estructura de claustro sobrio para colocar los nichos. Este primer emplazamiento, donde se hallan las tumbas de Campomanes y la familia Madrazo, fue ampliado con idéntica forma por los patios de San Andrés (1829) y de San Isidro (1845). 

  Años más tarde el cementerio se fue quedando pequeño ya que se convirtió en el de moda para la nobleza, artistas y otras personas ilustres de la historia, por ello se levantaron nuevos patios destacando el de Concepción, el cual fue diseñado por Francisco Enríquez y Ferrer en estilo neorromano con columnatas y torreones. Es aquí donde se conserva un gran conjunto de panteones.

  Los siguientes patios corresponden al cementerio de San Pedro, el cual fue levantado como cementerio aparte en 1811 tras la prohibición de José I Bonaparte de los enterramiento en las iglesias. Ya en 1814 Fernando VII los unifica.

  De esta manera aquí podemos encontrar personas tan importantes como José Echegaray, Ramón de Mesonero Romanos, Diego de León o José Ortega y Gasset entre otros muchos.

  Justo a su lado y separado por una tapia se encuentra el de San Justo el cual se levanta en 1847 con diseño de Wenceslao Gaviña y Vaquero y se estructura en trece patios (San Miguel, San Justo, Santa Cruz, Santa Catalina, San Millán, Santa Gertrudis, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Santísimo Sacramento, Ánimas, San José y San Pedro y tres más) donde se encuentran una colección de arte funerario sobre tumbas de personajes como Gregorio Marañón, Ramón Menéndez Pidal o Sara Montiel.

  Pero sin duda lo más destacable es el panteón levantado en 1902 por la Asociación de Escritores y Artistas para enterrar en él las cenizas o cuerpos de los más ilustres de las letras y las artes. Aquí yacen gente como José de Espronceda, Mariano José de Larra, Eduardo Rosales, Federico Chueca o Ruperto Chapí.

  Gracias a todo esto este conjunto es un gran lugar para el arte funerario y un el mejor sitio para visitar las tumbas de grandes personas de la historia de España. Además, San Isidro es Bien de Interés Cultural y está dentro del proyecto Recinto de la Villa de Madrid.