Los nobles siempre han querido vivir en grandes casa que demostraran su poder y gracias a ello hay un gran patrimonio, aunque no siempre en las mejores condiciones.
Debido a la gran historia aristocrática de España en muchas localidades podemos encontrar grandes edificios que sirvieron como casa para estos nobles y un ejemplo de ello lo tenemos en la riojana localidad de Haro, el Palacio de los Salazar.
La historia de este lugar comienza en el siglo XVII y su nombre vendría a que seguramente Juan de Salazar Ortegón y su mujer, Francisca González de Suso, fueran sus primeros dueños como así parece atestiguarlo unos escudos con 13 estrellas en las fachadas, símbolo de los Salazar, y otro con estrellas dibujadas que sería el de su mujer.
Lo que aquí se observa de tres plantas cuyas fachadas son diferentes. La de la calle de la Paz es de sillería enclaustrada entre pilastras resaltadas con impostas corridas a la altura de forjados de los dos primeros niveles mientras que en el último hay una cornisa moldurada de remate donde se apoyan tallas de canes de madera que forman el alero de cubierta. Además, posee tres ejes verticales que le dan una composición simétrica salvo en los vanos de la planta baja, siendo uno de ello la portada principal constituida por un arco medio punto entre pilastras. Todo se completa con los posibles escudos de los Salazar y López-Dávalos y González de Suso.
La fachada de la calle Siervas de Jesús es también de sillería con tres niveles pero esta vez está enclaustrada por pilastras almohadilladas y cornisas rectas a las que se les suma remate a base de cornisa moldurada y alero de canes de madera tallados. Además en la planta baja hay dos vanos adintelados, recerdados y centrados y en la primera una balaustrada corrida con dos huecos de balcón adintelados recercados y escudos ovales en la clave. Todo completado con una solana superior.
En su interior se distribuyen sus estancias en torno a una escalera de sillería y barandilla de forja rematada por una cúpula con lucernario. Además posee un sótano.
Actualmente el palacio no está en sus mejores condiciones pero hay obras de restauración en las que se han encontrado restos que atestiguan el pasado romano de Haro. Además debido a su importancia artística este palacio está declarado Bien de Interés Cultural.
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