El museo nacido del yacimiento

   Los museos son una gran fuente de cultura que nos ayuda a comprender mejor nuestro entorno y nuestra cultura.

  En muchas ciudades de España hay lugares cuya función de origen era muy distinta a la actual ya que con el paso del tiempo se han ido adaptando a las necesidades de las ciudades y uno de estos ejemplos lo hallamos en la barcelonesa localidad de Santa Coloma de Gramenet donde se encuentra el Museo Torre Balldovina.

  La historia de este museo se sitúa en 1902 cuando Joan Palà y Ferran de Sagarra encuentran unos trozos de cerámica en la colina del Pollo gracias a los cuales se descubrió el yacimiento del Puig Castellar (un poblado íbero poblado por layetanos) un lugar que empezó a aportar grandes objetos arqueológicos que debían situarse en algún lugar por ello se guardaron en el Centro Excursionista Puigcastellar, pero la colección empezó a aumentar y en 1974 el Ayuntamiento abrió el Museo Puig Castellar. Prontamente este sitio se empezó a quedar pequeño debido a nuevos descubrimientos y donaciones por lo que se decide buscar una nueva sede para poder acoger todos sus fondos. Finalmente en 1982 se elige la Torre Balldovina, la cual abre sus puertas como museo en 1987.

  El edificio escogido asienta sus raíces en el siglo XI cuando se levanta como torre defensiva pero con el tiempo fue perdiendo esta función como se demuestra en que para el siglo XIV estaba transformada en un lugar de labranza y para el XVIII ya era una casa solariega. Pero sin duda el cambio más grande se produce a principios del siglo XX cuando el escritor Josep Maria de Sagarra la adquirió para ser su vivienda de verano. 

  En cuanto a la colección decir que se trata de un museo local multidisciplinar dedicado a proteger, conservar, estudiar y difundir el patrimonio cultural y natural y para ello se apoya en instituciones públicas (forma parte de la Red de Museos Locales de la Diputación de Barcelona) y privadas. Por ello en él se pueden encontrar materiales arqueológicos traídos desde el yacimiento de Puig Castellar y del asentamiento de Can Calvet; objetos agrícolas del Molí d'en Ribé (un molino del siglo XIV) y del Mas Fonollar; piezas de origen natural tanto foráneas como locales, y exposiciones temporales.

  Además en su interior acoge el el Archivo Histórico de la Ciudad por lo que es el lugar idóneo para conocer toda la historia de Santa Coloma y el mejor sitio para conservar su legado histórico.