jueves, 20 de enero de 2022

El castillo alicantino de la santa

   Multitud de castillos hay en España que suponen un gran legado histórico que podemos disfrutar en nuestros días.

  Debido al gran pasado bélico de España todo el territorio está plagado de fortalezas que servían tanto para la vigilancia como para la defensa y vivienda. Muchos son los ejemplos de este tipo de construcciones y uno de ellos es el castillo de Santa Bárbara o Castell de Santa Bàrbara el cual vigilia toda la Costa Blanca desde su posición en lo alto del monte Benacantil.

  Situado arriba de una ladera en la que se han encontrado restos de la Edad del Bronce, iberos y romanos su historia comienza a finales del siglo IX cuando Medina Laqant o al-Laqant estaba bajo dominio musulmán. En sus manos estuvo hasta que el  4 de diciembre de 1248 el infante Alfonso de Castilla (futuro Alfonso X) toma la ciudad y le cambia de nombre a Santa Bárbara ya que ese día se conmemora a Bárbara de Nicomedia. Pero la propiedad castellana del castillo dura poco ya que en 1296 Jaime II de Aragón consigue arrebatárselo al alcaide Nicolás Peris, añadirlo a la Corona de Aragón y remodelarlo. Casi un siglo después Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso, ordena su rectificación y Carlos I lo fortifica a principios del siglo XVI.

  Pero sin duda el mayor cambio se da durante el reinado de Felipe II al nombrar alcaide a Juan Coloma y Cardona quien promovió la construcción de todas la estancias que ahora mismo se pueden observar y cuyas obras, acaecidas entre 1562-1580, fueran llevadas a cabo por Juan Bautista Antonelli y Giacomo Palearo, el Fratín.

  Lo que ahora se observa es una fortaleza dividida en tres recintos muy diferenciados. El primero es el más antiguo y el que se sitúa a más altura, un lugar conocido como "La torreta" ya que en él se ubica la Torre del Homenaje que se levanta sobre unos cimientos de los siglos XI a XIII. Además aquí se hallan el Baluarte de los Ingleses, el Parque de Ingenieros, Sala Noble (antiguo hospital) y la Casa del Gobernador entre otros. El segundo recinto se conoce como "Macho del Castillo" y corresponde al siglo XVI. De esta época se hallan el Salón Felipe II (antiguo Cuerpo de la Tropa frente al Patio de Armas), las ruinas de la ermita de Santa Bárbara, el Cuerpo de Guardia y el Baluarte de la Reina. El último recinto es del siglo XVIII y corresponde al Revellín del Bon Repós.

  En cuanto a su historia se sabe que ha sufrido multitud de daños por distintos ataques, entre ellos los bombardeos franceses de 1691, acciones bélicas contra él entre 1706–1709 cuando fue ocupado por tropas inglesas durante la Guerra de Sucesión y el ataque de la fragata acorazada "Numancia", en posesión de los rebeldes cantonalistas de Cartagena, en 1873. Además entre sus muros se acuartilló el coronel Pantaleón Boné durante la Rebelión de Boné (28 de enero-9 de marzo de 1844) hasta que Juan Martín Arranz (sobrino de Juan Martín Díez "El Empecinado") les traicionó y entregó el castillo. Posteriormente, durante la Guerra Civil, sirvió como cárcel primero republicana y luego nacional y como campo de concentración. Tras ello fue abandonado hasta 1963 cuando se abrió al público.

  Actualmente el castillo conserva un gran estado y en su interior guarda el Museo de la Ciudad de Alicante (cinco salas y un aljibe renacentista). Además a sus pies está la llamada Cara del Moro cuya leyenda relaté hace un tiempo. Por todo ello está declarado Bien de Interés Cultural.



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