El puente romano de época medieval

   Entre el gran patrimonio que hay en España los puentes antiguos constituyen un gran arte que además tienen utilidad de paso.

  En España hay multitud de construcciones que conforman un gran patrimonio, de esta manera podemos encontrar iglesias, palacios, templos e incluso puentes los cuales en su época sirvieron para salvar obstáculos y un ejemplo es el asturiano Puente romano de Cangas de Onís también conocido como El Puentón.

  Construido sobre la antigua calzada romana que unía Lucus Asturum (Lugo de Llanera) con Portus Victoriae (Santander) el origen de este puente se halla en el siglo XIII, aunque hay fuentes que lo sitúan en la época de Alfonso XI de Castilla (siglo XIV), cuando se levantó sobre los restos de uno anterior de época romana para poder pasar el río Sella entre los concejos de Cangas de Onís y de Parres.

  Se trata de un puente con un arco peraltado en el centro y otros dos arcos menores desiguales a los lados, aunque originalmente contaba con siete arcos que a lo largo de los siglos fueron desapareciendo en las continuas restauraciones, siendo las más recientes las de 1876 y la de 1940-1943, pero esto no quiere decir que estas piezas se destruyeran sino que fueron utilizadas como material de relleno al igual que una columna reutilizada de una iglesia medieval ya desaparecida. De hecho con esta piezas se reconstruyó un arco de medio punto que sirve para guardar una estela en la que se reconoce a un arco de medio punto con las piezas rescatadas de su interior. Este arco sirve hoy para enmarcar la estela que rinde homenaje a Cangas de Onís como primera capital del Reino de Asturias y sede real. Todo se completa con la Cruz de la Victoria, símbolo de Asturias, ubicada en su centro y que se colocó en 1939 para celebrar que La Santina volvió a Covadonga tras su estancia forzada en París.

  Durante su historia El Puentón ha estado íntimamente ligado a Cangas de tal manera que en el escudo de la ciudad aparece una cruz de roble sobre una media luna invertida (en recuerdo de la victoria de Covadonga sobre los musulmanes) ubicados sobre el Puente, y con la inscripción Minima urbium, maxima sedium (mínima urbe, máxima sede) a su alrededor.

  Actualmente ya no es utilizado como lugar de paso ya que en el siglo XIX fue sustituido por uno nuevo pero gracias a su simbolismo, historia y arte desde 1931 está declarado Monumento Histórico Artístico.