martes, 25 de enero de 2022

La casa de las fiestas del Infante

   Los nobles siempre han gustado de una buena fiesta y para ello construían lugares donde poder celebrarlas.

  Uno de los lugares más unidos a la Casa Real española es la madrileña localidad de San Lorenzo de El Escorial donde se ubica el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, pero esta no es la única construcción que allí hallamos ya que hay otras como Casita del Infante o Casita de Arriba.

  El origen de este lugar se sitúa en 1771 cuando el Infante Gabriel de Borbón, hijo de Carlos III y María Amalia de Sajonia, decide levantarse un lugar para que le sirviera para pasar sus ratos de recreo y de descanso no muy lejos del monasterio y para ello elige la Dehesa de la Herrería al oeste de él. Para sus obras, las cuales duraron hasta 1773, se contrató al arquitecto Juan de Villanueva el cual se inspiró en la villas italianas cuyo uso era exclusivamente de recreo.

  De esta manera se encuentra un edificio exento cuya fachada principal, presidida por dos esfinges, está compuesta por una portada enmarcada entre dos columnas jónicas flanqueadas por dos machones salientes en los que se ubican ventanas en arco. Esto sujeta entablamento con friso curvo y cornisa que recorre el resto de fachadas. En los lados hay dos paños de sillería de granito revocados, salvo en las esquinas, portadas, entablamento, y vanos cuya composición se repite en las fachadas posterior y laterales. Todo se completa con un tejado de zinc a cuatro aguas en la que se ubican áticos y una cúpula cuyos óculos dan luz a la Sala Central.

  Desde aquí se entra a un interior organizado en torno a una sala central cuadrada a dos alturas coronada por una cúpula octogonal decorada con pinturas alegóricas sobre música. Esta disposición se hizo ya que su función era la de sala de conciertos, sobre todo dirigidos por Antonio Soler, por lo que se necesitaba que tuviera una buena acústica ya que la orquesta se situaba arriba y los invitados escuchaban desde abajo. Además aquí se hallan pinturas de estilo pompeyano en los techos, relojes, porcelanas, lámparas y cuadros que aportan una gran ornamentación.

  Para finalizar se rodeó a toda la casa con un gran jardín de estilo neoclásico el cual se organiza con setos de boj que hacen un dibujo geométrico, parterres de rosas y una arboleda de coníferas.

  En cuanto a su historia se sabe que el Infante, como gran amante de la cultura y la música, organizaba grandes fiestas donde sus invitados disfrutaban de esta afición pero la prematura de Gabriel hizo que la casa fuera heredada por su hermano Carlos IV, quien ya contaba con otra casa en la localidad, interrumpiéndose así esta tradición aunque la Casa Real la siguió utilizando siendo su último inquilino el todavía príncipe Juan Carlos mientras cursaba sus estudios en el pueblo.

  Actualmente esta joya está gestionada por Patrimonio Nacional y está declarada Monumento Histórico-Artístico desde 1931 junto al Monasterio.



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