martes, 22 de febrero de 2022

El palacio decorado a base de spolia

   No todos los palacios provienen de siglos antiguos también los hay más modernos que también constituyen un gran patrimonio.

  Muchas veces las construcciones de las ciudades van cambiando de función según pasan los años ya que necesitan adaptarse a las necesidades de los nuevos propietarios y un ejemplo claro es el Palacete Laredo (también conocido como Palacio Laredo o Quinta La Gloria) ubicado en la madrileña localidad de Alcalá de Henares.

  Situado en el Paseo de la Estación los orígenes de este lugar datan de 1880 cuando Manuel José Laredo y Ordoño le encarga al arquitecto Juan José de Urquijo la construcción, la cual concluyó en 1884, de un nuevo edificio para servirle como vivienda familiar. En manos de Laredo estuvo hasta 1895 cuando se lo vendió a su prestamista, el relojero y cónsul suizo Carlos Eduardo Lardet Bovet quien a su vez se lo vende a Vicente Villazón Fernández en 1918. Para 1942 es adquirido por los hermanos Luque y Ángel Aguiar quienes lo dividen en fincas para su venta pero en 1977 sus herederos se lo donan al Ayuntamiento de Alcalá de Henares, institución que ordena su restauración a Genoveva Christoff Secretan para luego cedérselo en 1986 a la Universidad de Alcalá quien aún lo mantiene.

  Lo que aquí se observa es un edificio de estilo ecléctico neomudéjar cuyo exterior está construido en ladrillo visto rojo y en el que incorpora elementos góticos, renacentistas, pompeyanos y modernistas. En su interior, en cambio, posee 15 piezas arqueológicas originales de los siglos XV y XVI traídas por su primer dueño para servir como decoración. De esta manera se pueden ver la bóveda y columnas del Castillo de Santorcaz (Madrid), artesonados del palacio de los Marqueses de Tendilla (Guadalajara), columnas del claustro del Convento de Jesús del Monte en Loranca de Tajuña (Guadalajara), azulejos transportados del palacios de Pedro I el Cruel de Cuellar (Segovia) y otros elementos de edificios de Jaén y Toledo. Además en él hay salas que se inspiran en la Alhambra y se hallan frescos pompeyanos y platerescos. Por último destaca el Salón de los Reyes el cual se decora con cuadros de distintos monarcas y su techo se ornamenta con la pintura de un firmamento como se concebía en la Edad Media.

  Actualmente en su interior se ubican el Museo Cisneriano, el Centro Internacional de Estudios Históricos Cisneros y la Institución de Estudios Complutenses. Pero sin duda es el primero de ellos el que más destaca ya que fue creado en 1996 por el Centro Internacional de Estudios Históricos Cisneros para difundir la figura del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros por ello en él se puede ver la Biblia Políglota Complutense, los cuatro volúmenes de la Biblia Políglota de Amberes o Biblia Regia encargada por Felipe II a Benito Arias Montano, retratos suyos, su cáliz o su testamento.

  Esto, sumado a su belleza, hace que este edificio sea un centro de suma importancia para la historia de España por lo que está declarado patrimonio histórico español y Bien de Interés Cultural.





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