sábado, 12 de marzo de 2022

El laboratorio de los paños de Guadalajara

   Mucho patrimonio en muy buen estado hay en España pero también hay otro que está casi en ruinas debido al abandono.

  España es un país que tiene muchísimo patrimonio en muy buen estado y esto se debe en la gran mayoría de veces en que el edificio está en uso, se ha restaurado o se ha adaptado a nuevas funciones pero por desgracia hay otras construcciones que fueron abandonadas y que se están deteriorando rápidamente en gran medida por la desidia de las autoridades y un ejemplo claro es el Laboratorio de los Ingleses ubicado en Guadalajara

  La historia de este edificio está totalmente ligada a la Real Fábrica de Paños de Guadalajara, una institución creada en 1719 por Fernando VI para implantar en España la fabricación de paños finos para reducir la importación de telas extranjeras y favorecer su exportación a las colonias americanas. Además con su construcción se intentó paliar la crisis económica creada en la ciudad tras la salida de los duques del Infantado a Madrid. Pasado un tiempo y para aumentar la calidad de los paños s decide levantar entre 1786 y 1787 un nuevo edificio (proyectado por Eugenio Valcázar, Diego García y Feliciano de la Isequilla) en el que se instalarían una serie de especialistas contratados en Inglaterra a través de un irlandés. Prontamente estos trabajadores llegaron a la Oficina de Tintes de los Reales Batanes de Guadalajara y como efectivamente la mayoría eran ingleses aportaron el sobrenombre al edificio.

  Lo que aquí se levantó fue un edificio de planta rectangular con tres niveles cuya fachada, carente de ornamentación salvo las ventanas, se construyó con con muros de carga perimetrales de ladrillo revocado con estuco de cal mientras que los muros interiores eran un entramado de madera que describían las salas. En la planta baja se distribuía mediante varias habitaciones comunicadas sin pasillo siendo la que estaba bajo la puerta la que acogía el canal de riego o caz que alimentaba tres calderas que se ubicaban en tres oficinas para tintes. Esta planta se completaba con una oficina y un cuarto para los cuarto cuadrado para los maestros tintoreros. A su lado aparecía una escalera que daba al segundo piso donde se ubicaban dos almacenes de materiales y herramientas para los tintes y cuatro oficinas para guardar las lanas que llegaban desde los lavaderos. Po r último otra escalera llevaba al cuarto principal y al desván.

  Con el tiempo este edificio se quedó pequeño y pasó a ser una oficina de tintes la cual fue abandonada tras el cierre de Real Fábrica de Paños de Guadalajara. Tras ello pasa por varios usos hasta que se convierte en una serrería que transforma por completo su interior para adaptarlo a su nueva función pero esa carpintería cerró dejando el edificio abandonado y en un estado de ruina progresiva.

  Actualmente el edificio, el cual pertenece al Ayuntamiento de Guadalajara, sigue en estado bastante decadente debido a los años de abandono y la nula restauración por ello en 2016 se le dio la categoría de Bien de Interés Patrimonial con la intención de protegerlo, restaurarlo en algún momento y darle una nueva función. Pero esto aún no ha sucedido y el edificio sigue languideciendo por su abandono prolongado.

  


No hay comentarios:

Publicar un comentario